Una revelación inquietante ha comenzado a generar controversia en los círculos médicos: un informante de la Fundación Gates ha emitido una advertencia alarmante sobre las personas vacunadas con mRNA. Según esta fuente, los individuos que han recibido esta vacuna albergan nanopatógenos inactivos en sus cuerpos, los cuales pueden ser activados de manera remota mediante una señal de 18 gigahercios en la red 5G.
La pregunta que surge es: ¿qué ocurre cuando estos nanopatógenos, presentes en cada persona vacunada, son activados? Las consecuencias podrían incluir eventos de salud catastróficos, que van desde fallos cardíacos o cerebrales repentinos hasta hemorragias internas incontrolables.
Un nuevo enfoque en la vacunación
Aún más preocupante es el hecho de que el informante sostiene que la reciente vacuna contra la gripe aviar está continuando lo que las vacunas contra el COVID-19 dejaron atrás. Para aquellos ya vacunados, recibir esta nueva dosis podría desencadenar problemas de salud severos, incluyendo la aterradora posibilidad de “defecar órganos internos”.
Con informes emergentes sobre síntomas extraños como ataques cardíacos súbitos y sangrados inexplicables, estas afirmaciones están generando un miedo real a nivel mundial.
El contexto se agrava con la percepción de que las élites globales, acorraladas tras recientes eventos políticos, estarían preparando otra crisis similar a la del COVID-19. La estrategia parece ser la misma: desatar otro virus desarrollado en laboratorio sobre la humanidad.
Un ciclo de miedo y control
En este escenario, figuras como la doctora Leana Wen han comenzado a propagar narrativas basadas en el miedo a través de los medios de comunicación. Durante la pandemia anterior, Wen había declarado que las personas no vacunadas tenían derecho a elegir permanecer sin vacunar, pero no deberían poder salir al público nuevamente.
Las acciones de este grupo—que incluye a figuras como Bill Gates—han sido objeto de críticas por su aparente interés en desarrollar sistemas de entrega de vacunas bioingenierizadas y patógenos mortales. A pesar del esfuerzo mediático por desacreditar tales afirmaciones, el New England Journal of Medicine, una revista médica líder, ha confirmado que estas actividades están ocurriendo.
No hay duda de que las élites están utilizando tácticas similares a las empleadas al inicio de la pandemia del COVID-19. Su objetivo final parece ser reducir drásticamente la población global y transformar a los sobrevivientes en una raza humana obediente y sumisa ante sus deseos.
Advertencias sobre las nuevas vacunas
Expertos advierten que las nuevas vacunas contra la gripe aviar basadas en mRNA podrían provocar tormentas citoquinas intestinales, lo cual tendría consecuencias devastadoras para quienes han recibido múltiples dosis. Investigaciones recientes sugieren que los cuerpos vacunados emiten ondas de radiofrecuencia detectables, lo cual plantea más preguntas sobre el impacto real de estas vacunas.
Además, un abogado militar especializado en leyes internacionales ha estado denunciando lo que considera una agenda profundamente arraigada desde hace años. Junto con un grupo dedicado a la investigación, ha descubierto evidencia alarmante respaldada por numerosos informantes sobre un posible brote planificado del virus Marburg.
Un futuro incierto
La situación es compleja y cada vez más inquietante. Los estudios indican que las señales 5G pueden crear corrientes eléctricas dentro del cuerpo humano, provocando cambios biológicos medibles. La investigación sugiere que los nanopartículas lipídicas presentes en las vacunas mRNA contienen patógenos latentes como E. coli y Ebola, capaces de ser activados por frecuencias específicas transmitidas por redes 5G.
A medida que continúan surgiendo estos descubrimientos perturbadores, queda claro que si no se mantiene vigilancia sobre estas acciones por parte de las élites globales, podríamos enfrentarnos a consecuencias aún más graves. La sociedad debe estar alerta para evitar caer nuevamente en un ciclo vicioso marcado por el miedo y el control.