Una propuesta filtrada recientemente de 2018 ha revelado detalles sobre el plan del Dr. Anthony Fauci para rociar de manera encubierta vacunas “auto-propagantes” en grandes centros poblacionales, utilizando biotecnología avanzada, drones de grado militar y una investigación médica experimental.
El documento, conocido con el nombre en clave DEFUSE, fue presentado por la EcoHealth Alliance de Fauci a DARPA (Agencia de Proyectos de Investigación Avanzados de Defensa) y describe planes para la implementación de moduladores inmunológicos aerosolizados, proteínas espiga quiméricas y vacunas auto-propagantes sobre amplias poblaciones humanas mediante drones.
Detalles del Documento DEFUSE
La propuesta DEFUSE menciona explícitamente el uso de sistemas de entrega aerosolizada para la “inoculación de animales y humanos”, lo que plantea la inquietante posibilidad de que tales experimentos se hayan llevado a cabo en poblaciones desprevenidas.
Estos sistemas aerosolizados fueron diseñados para administrar agentes biológicos avanzados, incluidos los vacunas auto-difusoras, lo que genera serias preocupaciones éticas y legales respecto al consentimiento informado.
Esta revelación añade una nueva dimensión a los debates sobre la preparación ante pandemias, así como a la oscura intersección entre la salud pública y la tecnología militar.
Nuevas Teorías sobre el Origen del Virus
La propuesta DEFUSE coincide con los importantes avances de DARPA en tecnología de drones, que incluyen sistemas de entrega aerosolizada. Algunos investigadores sugieren que estos sistemas podrían haber sido utilizados operativamente, señalando el despliegue global de drones durante la pandemia de COVID-19 bajo el pretexto de “desinfección”. Los críticos argumentan que estas operaciones carecían de eficacia y cuestionan si su verdadero propósito estaba relacionado con los objetivos del proyecto DEFUSE.
Aún más inquietante es que esta propuesta desafía la narrativa predominante sobre el origen del virus al introducir una nueva teoría: los drones equipados con cargas bioingenierizadas podrían haber desempeñado un papel en los orígenes de la pandemia.
DARPA y Moderna: Una Relación Controvertida
La asociación prolongada entre DARPA y Moderna añade otra capa a esta controversia. Desde 2012, DARPA—la rama de investigación y desarrollo del ejército estadounidense—ya había firmado un contrato con Moderna para desarrollar vacunas contra coronavirus basadas en ARN que codifican la proteína espiga.
Dicha labor se llevó a cabo bajo el proyecto conocido como ‘ADEPT: PROTECT’.
Moderna patentó una secuencia genética para su proteína espiga en febrero de 2016. Seis años después, científicos descubrieron una notable coincidencia entre la proteína espiga de Moderna y el código genético del virus pandémico COVID.
Supuesta Supresión y Ética en la Investigación
Los denunciantes han revelado esfuerzos presuntamente llevados a cabo por DARPA y agencias de inteligencia para suprimir detalles relacionados con DEFUSE, citando preocupaciones sobre seguridad nacional. Senadores y organizaciones vigilantes han exigido investigaciones sobre lo que describen como un encubrimiento sin precedentes.
La clasificación deliberada de las investigaciones relacionadas con DEFUSE ha llevado a críticos a cuestionar si estas tecnologías fueron probadas, perfeccionadas o incluso implementadas sin conocimiento o consentimiento público.
Uno de los aspectos más controvertidos del proyecto DEFUSE involucra las vacunas auto-propagantes, que dependen de virus modificados para propagarse entre hospedadores. Este concepto, aunque teóricamente útil para controlar brotes, implica enormes riesgos, incluyendo mutaciones no intencionadas, propagación incontrolable y potencial armamentización.
Investigación Adicional sobre Ganancia Funcional
El enfoque del proyecto DEFUSE en la investigación sobre ganancia funcional—que busca aumentar la transmisibilidad de virus—incrementa aún más los temores acerca de si estas tecnologías experimentales fueron armadas bajo el pretexto de salud pública.
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