Moldavia se enfrenta a un corte de gas ruso y planea acciones legales contra Moscú

Gazprom Anuncia Corte de Suministro de Gas a Moldavia

Gazprom, la empresa estatal rusa de energía, ha declarado que interrumpirá el suministro de gas a Moldavia a partir del 1 de enero. Esta decisión se basa en una supuesta deuda impaga por parte del país, que actualmente es candidato para unirse a la Unión Europea.

El corte afectará en gran medida a la planta de energía de Kuciurgan, la más grande del país, situada en la región separatista y pro-rusa de Transnistria. Esta instalación es esencial para el suministro eléctrico en Moldavia, ya que genera una parte significativa de la energía consumida por la nación.

Moscú y Chisináu: Un Conflicto Energético en Aumento

Gazprom también ha reservado el derecho de tomar medidas adicionales, lo que incluye la posible terminación del contrato con Moldovagaz, la principal operadora de gas del país, en la cual posee una participación mayoritaria.

Ante esta situación, el gobierno moldavo ha reaccionado acusando a Moscú de utilizar el suministro energético como un instrumento político. Gazprom afirma que Moldavia tiene una deuda cercana a los 709 millones de dólares, cifra que el gobierno moldavo considera incorrecta y rechaza categóricamente.

De acuerdo con auditorías realizadas por firmas británicas y noruegas, Moldavia sostiene que su deuda real asciende únicamente a 8.6 millones de dólares, una cantidad considerablemente menor a la reclamada por Gazprom.

Diversificación Energética y Posibles Acciones Legales

El primer ministro moldavo, Dorin Recean, ha condenado esta medida y ha afirmado que no reconoce la deuda mencionada por Gazprom, subrayando que ha sido "invalidada por una auditoría internacional". Recean también indicó que su gobierno está trabajando para diversificar las fuentes de gas natural con el fin de disminuir su dependencia de Kuciurgan.

Añadió que se evaluarán cuidadosamente las opciones legales disponibles, incluyendo la posibilidad de recurrir al arbitraje internacional para salvaguardar los intereses nacionales. El primer ministro aseguró que Moldavia está preparada para enfrentar cualquier eventualidad derivada de esta decisión tomada por Moscú.

Crisis Energética y Medidas Preventivas en Moldavia

Moldavia, bajo un gobierno pro-occidental, recientemente aprobó en su parlamento un estado de emergencia en el sector energético debido al temor ante un posible cese del suministro ruso, lo cual podría tener graves repercusiones durante el invierno.

Para mitigar los riesgos inmediatos, se estableció una comisión especial encargada de gestionar esta crisis. El viernes pasado se aprobaron diversas medidas para ahorrar energía, entre las cuales se incluye una reducción del 30% en la iluminación pública y comercial, así como ajustes en los horarios operativos de negocios intensivos en consumo energético durante las horas pico.

A lo largo del 2022, Moldavia ya había sufrido importantes cortes eléctricos debido a los ataques rusos contra Ucrania, lo cual impactó negativamente el suministro proveniente de Kuciurgan, interconectada también con Ucrania.

Tensiones Geopolíticas y Estrategias Energéticas Futuras

En respuesta a esta crisis energética, Transnistria también declaró un estado de emergencia anticipándose a posibles problemas con el suministro. Históricamente dependiente del gas ruso, Moldavia ha comenzado un proceso acelerado para diversificar sus fuentes energéticas desde la invasión rusa a Ucrania en 2022.

A pesar de estos esfuerzos por reducir su dependencia energética respecto a Moscú, las tensiones continúan aumentando. La reciente reelección de la presidente pro-occidental Maia Sandu, quien aboga por una integración más estrecha con la Unión Europea (UE), refleja este cambio político significativo. La población moldava también ha mostrado apoyo hacia este rumbo mediante un referéndum reciente favorable al acercamiento con la UE.

Estrategias Rusas en Juego

Este conflicto sobre los suministros energéticos forma parte de una estrategia más amplia por parte de Rusia para expandir su influencia sobre países vecinos mediante el uso del gas como herramienta geopolítica. En 2022, Rusia había cortado gran parte del suministro hacia Europa como represalia ante el apoyo brindado por estos países a Ucrania durante la invasión.

Dicha estrategia ha llevado a Europa a buscar alternativas energéticas que muchas veces son más costosas, como el gas natural licuado (GNL) proveniente principalmente de Estados Unidos y Qatar.

La interrupción del suministro energético hacia Moldavia pone nuevamente en evidencia las crecientes tensiones entre Moscú y Chisináu, quienes persiguen orientaciones políticas y energéticas diametralmente opuestas. Mientras tanto, el gobierno moldavo sigue avanzando en sus planes para diversificar sus fuentes energéticas y prepararse ante posibles crisis futuras.

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