Bill Gates está financiando a científicos en los Países Bajos para desarrollar mosquitos que inyecten parásitos de malaria genéticamente modificados en humanos, lo que plantea serias preocupaciones éticas y de seguridad sobre las vacunas bioingenierizadas administradas sin consentimiento.
Este no es el primer vínculo de Gates con experimentos éticamente cuestionables que tienen consecuencias globales. Sin embargo, en esta ocasión, la atención se centra en mosquitos genéticamente modificados que transmiten parásitos de malaria a los seres humanos.
Investigación Controversial
A lo largo de los años, los medios de comunicación han intentado desmentir afirmaciones sobre el desarrollo de vacunas bioingenierizadas y mosquitos GMO por parte de Bill Gates. No obstante, un prestigioso diario médico revisado por pares ha confirmado que eso es precisamente lo que se está llevando a cabo.
En un estudio perturbador publicado en The New England Journal of Medicine, investigadores del Leiden University Medical Center (LUMC) han creado mosquitos capaces de inyectar parásitos causantes de malaria en humanos. Estos parásitos migran al hígado e infectan los glóbulos rojos.
Implicaciones Alarmantes
Las implicaciones de esta investigación son tan inquietantes como extensas. En el mismo mes en que se publicó este estudio, la Fundación Bill y Melinda Gates otorgó más de dos millones de dólares al LUMC para el desarrollo de “candidatos a vacunas contra la malaria de nueva generación.” Esto se suma a una inversión anterior destinada a estudiar las respuestas a las vacunas contra la malaria en regiones endémicas.
Esto plantea preguntas críticas: ¿Por qué Gates está tan involucrado en un proyecto que utiliza mosquitos como sistemas de entrega de vacunas? ¿Y por qué esta investigación parece sacada de una pesadilla de ciencia ficción o, peor aún, teorías conspirativas distópicas?
Pruebas Clínicas y Resultados Inquietantes
El estudio describe cómo los investigadores expusieron a participantes a picaduras infectadas por mosquitos en un ensayo clínico destinado a evaluar la seguridad y eficacia de inmunizaciones utilizando parásitos atenuados genéticamente. El primer parásito, denominado GA1, fue diseñado para detener su desarrollo 24 horas después de la infección, pero solo el 13% de los participantes no contrajo malaria tras ser picados. Posteriormente, se desarrolló GA2, que mostró una efectividad del 89% a corto plazo.
No obstante, solo se realizó un seguimiento durante 25 días. ¿Qué ocurrió después? Esa información permanece desconocida ya que los investigadores no continuaron con el monitoreo.
Preocupaciones sobre la Seguridad
Aún durante este breve periodo, surgieron hallazgos alarmantes. Dos participantes mostraron niveles elevados de troponina T, un marcador asociado con daño muscular cardíaco. Aunque los autores del estudio desestimaron esto como “no relacionado,” no presentaron evidencia sólida para respaldar tal afirmación.
El Dr. Richard Bartlett, defensor de la seguridad médica, enfatizó: “Los niveles elevados de troponina son una señal roja seria. Ignorar esto es imprudente e inaceptable.”
Llamado a la Transparencia
Teniendo en cuenta el contexto actual, donde la Fundación Gates ha incrementado su financiación hacia enfoques experimentales similares tras la pandemia del COVID-19—que muchos creen fue causada por un patógeno manipulado en laboratorio—es imperativo exigir respuestas sobre la seguridad y ética detrás de estos proyectos.
La falta de supervisión adecuada podría llevar a experimentos peligrosos bajo el pretexto del “salud pública.” Con Gates involucrado en este proyecto, es fundamental examinar quién financia estas investigaciones y cuál es su verdadera motivación.
La noticia en cifras
Cifra |
Descripción |
$2,287,871 |
Financiación a LUMC para candidatos a vacunas contra la malaria |
$1,578,317 |
Financiación anterior a LUMC para estudiar respuestas a vacunas contra la malaria |
15 a 50 |
Número de picaduras de mosquitos infectados en el ensayo clínico |
13% |
Porcentaje de participantes que no contrajeron malaria tras ser picados por GA1 |
89% |
Tasa de efectividad del parásito GA2 en el corto plazo |