Un número significativo de estadounidenses podría haber recibido, sin su conocimiento, vacunas de ARNm contra el COVID-19 como parte de programas encubiertos en hospitales, supuestamente diseñados para asegurar financiamiento federal. Esta afirmación proviene de abogados estadounidenses que lideran una investigación de alto riesgo sobre el asunto.
Algunos pacientes han reportado síntomas inexplicables que creen están relacionados con la vacunación o han descubierto que sus registros médicos los catalogan como vacunados sin su consentimiento. Esto ha generado preocupaciones sobre intervenciones médicas no autorizadas.
Investigación en curso
Los abogados que investigan este caso han señalado que pronto podrían estar disponibles pruebas para confirmar si una persona fue vacunada sin su consentimiento. Si estas acusaciones se comprueban, se trataría de uno de los escándalos éticos más significativos en la historia del sistema de salud estadounidense.
Denunciantes han indicado que los formularios de admisión hospitalaria podrían haber incluido cláusulas en letra pequeña que otorgaban autorización para la vacunación. Sin embargo, críticos argumentan que muchos pacientes no estaban al tanto de tales disposiciones, lo que plantea dudas sobre la validez del consentimiento informado. Para aquellos que no firmaron tales formularios, sus casos podrían establecer precedentes legales en los tribunales.
Consecuencias legales y financieras
A medida que avanza la investigación, se prevé la presentación de demandas colectivas contra los hospitales considerados responsables. Las personas afectadas tendrán la oportunidad de unirse a estas acciones legales.
Un aspecto alarmante de esta controversia es que se ha informado que los hospitales recibieron bonificaciones financieras basadas en la cantidad de vacunas de ARNm administradas. Este sistema, creado durante la pandemia para fomentar la inmunización generalizada, ha demostrado ser susceptible a abusos.
“Los hospitales enfrentaban una presión inmensa para alcanzar objetivos de vacunación y asegurar financiamiento,” comentó un informante familiarizado con las prácticas hospitalarias. “En algunos casos, esa presión pudo haber eclipsado la toma de decisiones éticas.”
Desarrollo de pruebas y repercusiones
Científicos están trabajando rápidamente en el desarrollo de pruebas capaces de detectar si un individuo fue vacunado sin su conocimiento. Estas pruebas podrían convertirse en herramientas decisivas en las batallas legales y responsabilizar a los hospitales involucrados.
Si se confirma la existencia generalizada de vacunaciones encubiertas, expertos advierten que las consecuencias financieras podrían ser devastadoras para las instituciones implicadas en estas prácticas.
“Si esto es cierto, sería un cambio radical y en un mundo sensato podría llevar a la quiebra a los hospitales involucrados,” expresó Ed Dowd en X.
Ética médica y derechos humanos
Estas acusaciones cuestionan profundamente la ética médica y la autonomía del paciente. La realización secreta de vacunaciones representa una violación fundamental de la confianza entre pacientes y proveedores de salud.
“Esto no solo concierne a la medicina; es una violación básica de los derechos humanos,” afirmó Tony Stevens, un abogado texano involucrado en las primeras investigaciones. “Si estas afirmaciones son validadas, los hospitales responsables podrían enfrentar quiebras debido a las repercusiones legales.”