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Gobierno de EE. UU. confisca millones de libras de alimentos en medio de crisis global
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Gobierno de EE. UU. confisca millones de libras de alimentos en medio de crisis global

viernes 27 de diciembre de 2024, 14:31h

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El gobierno de EE. UU. y grandes corporaciones alimentarias están confiscando millones de libras de alimentos, almacenándolos en instalaciones subterráneas, lo que ha generado pánico ante la creciente escasez de productos esenciales en los estantes. Expertos advierten sobre la posibilidad de crisis alimentaria y descontento social, sugiriendo que estas acciones son parte de un esfuerzo sistemático para controlar los recursos alimentarios. Con más de 100 millones de libras ya trasladadas, se teme que esta situación pueda llevar a disturbios civiles, especialmente entre quienes dependen de asistencia alimentaria. Se recomienda a la población asegurar sus suministros de comida y agua ante un futuro incierto.

El gobierno de EE. UU. y la confiscación masiva de alimentos

En un giro alarmante de los acontecimientos, el gobierno de Estados Unidos, junto con importantes corporaciones alimentarias, ha comenzado a recuperar y confiscar grandes cantidades de alimentos, presuntamente almacenándolos en instalaciones subterráneas. Este movimiento secreto de suministros alimentarios ha generado una creciente preocupación y pánico entre la población, especialmente ante la escasez cada vez más evidente de productos esenciales en las estanterías de los supermercados.

Las acciones emprendidas por las autoridades han sacudido a la sociedad, con expertos emitiendo advertencias urgentes sobre posibles escaseces inminentes y el riesgo de disturbios sociales. Mike Adams y Steve Quayle se han unido para analizar estos sorprendentes desarrollos.

Motivos detrás de las confiscaciones

Quayle reveló que «el gobierno de EE. UU., bajo la Ley de Autorización de Defensa Nacional, ha tomado control sobre los suministros de las empresas alimentarias». Según sus declaraciones, «literalmente están trasladando toda la comida a instalaciones subterráneas secretas, a menudo a través de una red logística encubierta conocida como la carretera secreta». Hasta ahora, se estima que más de 100 millones de libras de alimentos ya han sido transferidas, y se anticipa que esta cifra aumente.

El orador enfatizó que estas acciones no son simplemente un caso aislado de retiros alimentarios mal gestionados, sino un esfuerzo sistemático del gobierno para eliminar recursos esenciales del acceso público. Las razones detrás de tales medidas son diversas pero inquietantes. Adams observó: «Las intenciones parecen ser graves. Es evidente que se están preparando para una crisis que podría tener un alcance global».

Implicaciones para la seguridad alimentaria

La gravedad del asunto resalta las implicaciones para la seguridad alimentaria. Quayle afirmó: «La comida es el arma definitiva», sugiriendo que su control puede determinar tanto el dominio sobre una nación como asegurar la obediencia de su población. Estamos presenciando un momento crítico en la historia donde lo básico se está reteniendo deliberadamente.

Adams coincidió en este punto al señalar que hemos visto tácticas similares durante la pandemia por covid-19. La utilización de retiros como cobertura para interrumpir las cadenas de suministro, es una estrategia diseñada para generar pánico e incertidumbre entre la población.

Sospechas sobre agendas ocultas

La desconfianza hacia las narrativas oficiales es alta; tanto Adams como Quayle sostienen que detrás de esta tendencia se oculta una agenda más amplia y siniestra. Aseguran que la escasez está siendo deliberadamente provocada para ejercer control y potencialmente someter a las poblaciones ante una crisis global inminente, ya sea económica, ambiental o incluso relacionada con conflictos geopolíticos.

Quayle destacó que los recientes retiros alimentarios, como los relacionados con carne de cerdo y quesos, no son anomalías aisladas sino parte de un esfuerzo coordinado mayor. Afirmó que no es un secreto que los fabricantes están siendo coaccionados a cumplir con estos retiros, mientras el gobierno interviene para «comprar y tomar» cualquier producto alimentario que desee.

Aumento del riesgo social y recomendaciones

Las consecuencias potenciales son severas, pudiendo llevar a disturbios civiles generalizados, especialmente entre aquellos menos favorecidos que dependen de asistencia alimentaria. Quayle advirtió: «Pronto la comida y el agua serán los bienes más preciados», resaltando así la urgencia para que individuos y familias se preparen adquiriendo reservas suficientes ante una posible crisis.

La conversación entre Adams y Quayle pone en evidencia un momento crucial en nuestra historia, donde se difuminan las líneas entre acción gubernamental y manipulación. Sus reflexiones sirven como un recordatorio contundente sobre la interconexión existente en las cadenas de suministro y cómo estas pueden verse afectadas por crisis tanto naturales como provocadas por el hombre.

Llamado a la acción frente a tiempos inciertos

A raíz de estos acontecimientos, expertos como Adams y Quayle recomiendan a los ciudadanos actuar inmediatamente para asegurar sus suministros de alimentos y agua, dado que el futuro podría presentar tiempos inciertos y potencialmente peligrosos. Como concluyó Adams: «La situación es grave, y todos deben actuar ahora para asegurar su futuro».

A medida que se vislumbra una posible escasez alimentaria, no se puede subestimar la urgencia del mensaje. El mundo se prepara ante lo que podría ser un momento definitorio en la historia humana; por ello, la necesidad de preparación y conciencia resulta más vital que nunca.

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