Un estudio oficial publicado recientemente en la revista BMC Medicine ha revelado que el carragenano, un aditivo común en los alimentos procesados, puede causar daños en el revestimiento del intestino delgado y afectar la capacidad del cuerpo para procesar la glucosa.
Este daño podría dar lugar a afecciones crónicas graves, como la enfermedad de Crohn, la diabetes tipo 2 y enfermedades cardiovasculares.
Investigación sobre el carragenano
Según The Defender, el estudio realizado en hombres jóvenes sanos es único, ya que indica que incluso un aumento moderado y a corto plazo en la ingesta de carragenano puede tener efectos proinflamatorios en el intestino humano. Esto podría llevar a problemas metabólicos, especialmente en personas con sobrepeso, según lo afirma el autor principal, Dr. Robert Wagner, del Centro Alemán de Diabetes.
El estudio advierte que los resultados sugieren precaución respecto a los alimentos que contienen carragenano, particularmente en individuos propensos a desarrollar diabetes tipo 2.
Efectos adversos observados
Investigaciones previas han demostrado que el carragenano tiene efectos similares en animales. Además, se han sugerido asociaciones directas entre la diabetes tipo 2, enfermedades cardiovasculares y cáncer con la exposición a diversos aditivos alimentarios ampliamente utilizados en alimentos ultraprocesados.
Asimismo, otros estudios han indicado que eliminar el carragenano podría mejorar la señalización de insulina y la tolerancia a la glucosa.
En esta investigación, se realizaron pruebas de laboratorio con 20 hombres y se encontró que una ingesta moderada de carragenano en aquellos con un índice de masa corporal (IMC) más alto puede debilitar el revestimiento del intestino delgado, probablemente debido a mecanismos proinflamatorios en el intestino. Este debilitamiento también podría contribuir a la resistencia a la insulina.
Aumento del riesgo de enfermedades intestinales y metabólicas
Un revestimiento intestinal debilitado es significativo porque reduce la capa protectora de moco y permite que las toxinas ingresen al torrente sanguíneo (permeabilidad intestinal o “intestino permeable”). La permeabilidad intestinal está asociada con enfermedades crónicas del intestino, como la enfermedad inflamatoria intestinal, incluyendo la enfermedad de Crohn y colitis ulcerosa.
“Nuestra investigación sugiere que el consumo de carragenano puede afectar negativamente la función barrera del intestino”, señala Wagner. “Esto podría tener consecuencias para la salud a largo plazo e incrementar el riesgo de enfermedades inflamatorias.”
Impacto del carragenano en personas con sobrepeso
Los investigadores encontraron que los participantes con un IMC más alto mostraron una reducción en la efectividad de la insulina, hormona encargada de disminuir los niveles de azúcar en sangre (glucosa). Esto puede provocar problemas relacionados con cómo el cuerpo procesa energía para funcionar (metabolismo), según Wagner.
Aquellos con un IMC más elevado y mayor ingesta de carragenano también presentaron marcadores de inflamación aumentados en sangre y en el hipotálamo —la región del cerebro que ayuda a regular el metabolismo del azúcar y el apetito.
Características del carragenano
El carragenano (pronunciado ker-ah-ghee-nen) es un aditivo alimentario aprobado por la FDA, conocido también como E407, derivado de algas rojas y compuesto por grandes moléculas de azúcar.
Se utiliza cada vez más para espesar, mezclar o estabilizar alimentos, especialmente productos lácteos y alimentos ultraprocesados, mejorando su textura y prolongando su vida útil. El carragenano también actúa como sustituto de grasa en algunos productos bajos en calorías y grasas.
Análisis sobre los efectos del carragenano
Para evaluar su impacto en la salud humana, los investigadores llevaron a cabo una serie de pruebas para medir diferentes aspectos del metabolismo, sensibilidad a la insulina y salud intestinal. Se centraron específicamente en sus efectos sobre grasa hepática, distribución de grasa corporal, niveles de azúcar en sangre, bacterias intestinales y marcadores de inflamación.
Los participantes del estudio fueron exclusivamente hombres sin sobrepeso ni enfermedades crónicas. Se les administró un placebo o carragenano junto con su dieta habitual, en una cantidad equivalente aproximadamente a dos o tres veces la dosis diaria consumida en Estados Unidos. Ambos grupos fueron observados durante dos semanas entre octubre de 2015 y diciembre de 2016.
Cuidado con los aditivos alimentarios
Dado que los problemas relacionados con la barrera intestinal son más comunes entre personas con dietas altas en grasas, altos niveles de azúcar o obesidad, los efectos del carragenano sobre el metabolismo glucémico e inflamación podrían haber sido más difíciles de detectar entre los participantes del estudio. Además, solo participaron hombres jóvenes y sanos; por lo tanto, los resultados pueden no aplicarse a grupos mayores o menos saludables. El estudio tampoco analizó posibles efectos metabólicos a largo plazo.
Reducir el consumo es esencial
Elegir alimentos mínimamente procesados y leer las etiquetas puede ayudar a reducir la exposición al carragenano. “Nuestros datos respaldan que es importante disminuir la ingesta de carragenano”, concluye Stefan.