La desvergüenza de Iglesias: Llama a los tribunales españoles a obedecer a los europeos
miércoles 15 de enero de 2020, 19:15h
El vicepresidente segundo del Gobierno, Pablo Iglesias, vuelve a hacer gala, una vez más, de su "europeísmo" y recuerda que "los tribunales europeos forman parte del ordenamiento jurídico español" y "hay que acatar" sus resoluciones sobre los líderes independentistas catalanes, las cuales "están diciendo cosas muy duras y han quitado la razón a nuestros jueces".
Para el líder de Podemos, la desautorización que supone el que tribunales europeos se hayan negado a detener a los eurodiputados catalanes Carles Puigdemont y Toni Comín o hayan establecido que Oriol Junqueras debería haber sido liberado para recoger su acta "es una humillación para España y deja en muy mal lugar a nuestra Justicia". También calificó de "situación absurda" el contraste entre las situaciones de los dos primeros independentistas y la del tercero.
El vicepresidente segundo preguntó al PP si comparte la posición de algunos miembros de Vox que han sugerido la posibilidad de salir de la UE ante la desautorización de los tribunales españoles a manos de los europeos, o si en su lugar va a "reconocer la legitimidad" de éstos últimos.
También criticó a la oposición cuando reiteró su apuesta por desjudicializar el conflicto político, al censurar que "la gestión apasionada de la derecha no ha traído soluciones" y que "hace falta un poco más de inteligencia política y un poquito menos de pasión", pues la situación en Cataluña no se va a resolver "a lo bruto".
Por lo demás, Iglesias repitió la posición de su presidente, Pedro Sánchez, de que éste "tiene que hablar con la máxima autoridad de la Generalitat", su presidente, Quim Torra, porque su inhabilitación a manos del Tribunal Superior de Justicia y de la Junta Electoral "es recurrible" y de momento está "al frente de esa autoridad administrativa".
Respecto a la mesa bilateral entre gobiernos, reiteró su posición ya expresada antes de tomar posesión de que "en un acuerdo todos los actores tienen que ceder y cualquier acuerdo se tiene que producir en el marco de la legalidad existente", lo que en la práctica descartaría un referéndum de autodeterminación.
Él se declaró "convencido" de que ambas partes "tendrán que asumir" ambas cosas, y llamó a "dejar que la mesa empiece a funcionar" reconociendo que todas las posiciones políticas son legítimas. Así, confía en que, aunque el acuerdo que se someta a consulta "no será plenamente satisfactorio para todos, puede permitir un acuerdo".
En contraste con la supeditación de los tribunales españoles a los europeos que postuló, Iglesias apeló a la soberanía nacional cuando aseguró que quien diseñará la reforma laboral será el Congreso de los Diputados y no la Unión Europea. "Decir que el Congreso depende de Bruselas es muy de extrema izquierda, es muy radical", desdeñó en una frase llamativa.
No obstante, a la vez garantizó que "no va a haber ningún problema con Bruselas" con la legislación que apruebe el Gobierno de coalición en esta materia. "Vamos a cumplir nuestro programa electoral", prometió, reiterando su tesis de que acabar con la temporalidad y con otras injusticias de la actual normativa que "abandonan los principios fundamentales de la UE", será bueno para la economía general como lo ha sido, en su opinión, la subida del salario mínimo.