Ken Paxton, el fiscal general de Texas, informó que se encuentra llevando a cabo una investigación sobre un grupo publicitario de tendencia liberal debido a acusaciones relacionadas con una supuesta conspiración para boicotear ciertas plataformas de redes sociales.
Un comunicado de su oficina indica que se llevará a cabo una investigación para determinar si la Federación Mundial de Publicidad (WFA, en inglés) y su rama sin fines de lucro, conocida como la Alianza Global para Medios Responsables (GARM, en inglés), ejercieron presión sobre los anunciantes con el fin de que estos evitaran adquirir espacios publicitarios en sitios que, según sus afirmaciones, no cumplían con lo que ellos denominan "estándares de seguridad de marca".
Lo que está en juego se detalla en el comunicado de prensa del Fiscal General: "Aunque las empresas son libres de elegir cuándo y dónde quieren anunciarse, una conspiración entre empresas en este sentido puede resultar en un daño a la competencia y puede violar la Ley de Libre Empresa y Antimonopolio de Texas de 1983".
En julio, el Comité Judicial de la Cámara de Representantes presentó un informe que señalaba a GARM y a sus integrantes por implementar un plan coordinado destinado a limitar la libertad de expresión en línea y a restringir la publicidad en plataformas como X, la red social de Elon Musk, y en el sitio web del New York Post.
Correos electrónicos internos de GARM fueron mencionados en el informe de la Cámara de Representantes, destacando uno del ejecutivo Robert Rakowitz, quien se vanagloriaba de que X había disminuido a "un 80% por debajo de las previsiones de ingresos" tras los ataques del grupo.
Paxton está solicitando a WFA y GARM que proporcionen documentos e información, como parte de su investigación, para determinar si han infringido las leyes antimonopolio del estado.
"No es posible que las empresas y organizaciones comerciales se coludan para obstaculizar los ingresos publicitarios de aquellas entidades que buscan perjudicar. La solicitud de documentos realizada hoy forma parte de una investigación en curso destinada a responsabilizar a la WFA y a sus miembros por cualquier intento de manipular el sistema con el fin de dañar a las organizaciones con las que podrían tener desacuerdos", escribió.