Según reporta Bild, en un aparcamiento cercano al puerto de la ciudad alemana de Essen se han acumulado alrededor de 6.000 coches nuevos de alta gama, ya que no hay interesados en comprarlos.
Los principales motivos por los que no se han vendido los automóviles, en su mayoría de las marcas Volkswagen y Audi, parecen ser los altos precios y los inconvenientes relacionados con la infraestructura para vehículos eléctricos.
Un empleado del aparcamiento sostiene que, en primer lugar, los costos son excesivos y, en segundo lugar, se hace cada vez más evidente que la estrategia de coches eléctricos no cumple con las promesas. A su juicio, la razón del problema es obvia: "Faltan infraestructuras de recarga y autonomía".
En el aparcamiento, la gran parte de los coches fue entregada hace más de seis meses. No obstante, hay algunos que han estado allí por más de un año. "Solo llegan coches, pero casi ninguno sale", declaró el empleado.
Se observa una disminución considerable en la demanda de autos nuevos en Alemania, lo que está afectando negativamente a los fabricantes de automóviles, según la opinión de los expertos. Las cifras más recientes de la Autoridad Federal de Tráfico indican que, entre enero y octubre de este año, se registraron 168.610 nuevos Audi, lo que representa una caída del 17,9% en comparación con el año anterior.
El profesor de economía del automóvil en Hannover, Frank Schwope, opina que los fabricantes buscarán deshacerse de los modelos que no se venden bien ofreciendo descuentos "para mejorar las cifras de ventas y el balance". "Es probable que en las próximas semanas aumenten las oportunidades de gangas a precios reducidos", afirmó.