El detonante para una revelación dentro del colectivo Madres contra la Represión fue una fotografía tomada en una manifestación por el Día de la Mujer, el 8 de marzo de 2020. Marta, quien había estado involucrada en el movimiento durante años, resultó ser en realidad una policía infiltrada.
María Ángeles G. A., quien era conocida entre sus compañeras de militancia como 'Marta de Aranjuez', fue miembro de la Policía Nacional y se graduó en la promoción de 1985. Esta información fue confirmada por un reportaje elaborado por El Salto en colaboración con La Directa, que reveló el verdadero nombre de la mujer.
' Marta' fue contactada por ambos medios a través de mensajería para conocer su opinión sobre el descubrimiento. Su respuesta fue: "Ya nada me afecta, no tengo ninguna intención de hacer una declaración y no confirmo nada".
La trayectoria de la mujer como agente encubierta se remonta a mucho antes, acumulando al menos 25 años de experiencia en colectivos. De acuerdo con la investigación, ella afirmaba ser una madre separada que realizaba trabajos precarios como limpiadora. Además, se involucró en diversas iniciativas, como el Centro Social El Laboratorio y grupos de apoyo a presos, participando activamente en militancias contra la represión y el fascismo. Utilizando su identidad falsa, no solo se dedicaba al espionaje, sino que también gestionaba permisos para manifestaciones.
La aceptación de 'Marta' en Madres por la Represión estuvo influenciada por su supuesta participación en la Coordinadora Antifascista de Madrid, lo que llevó a las integrantes del colectivo a relajar sus precauciones. Su carácter afable, su habilidad para evitar conflictos y su tendencia a aparentar ser despistada casi siempre jugaron a su favor.
La coartada ideal para contactar a sus compañeras y solicitar información sobre la organización era aquel supuesto despiste. Días antes de que se declarara la pandemia por covid-19, las alarmas volvieron a sonar cuando alguien próximo al grupo de mujeres reveló que 'Marta' era en realidad una policía nacional.
Las mujeres decidieron tender "trampas" a la infiltrada para exponerla, y fue en una reunión donde finalmente la confrontaron. Sin ofrecer ninguna defensa ante las acusaciones, ella se marchó sin más, limitándose a solicitar que le revelaran "su número de agente", según relató una excompañera.
La falsa 'Marta' en redes sociales decidió no eliminar su perfil, pero transformó por completo el tipo de contenido que compartía. En lugar de ser la activista en contra de la represión, comenzó a hacer comentarios con un evidente sesgo fascista y se burlaba incluso cuando salían a la luz casos de policías infiltrados en movimientos sociales. A sus 62 años, cumplirá en octubre y se encuentra a solo tres años de alcanzar la jubilación en el Cuerpo Nacional de Policía español.
Este tipo de infiltraciones en España ya ha sucedido anteriormente. Al menos cinco mujeres denunciaron el año pasado a un agente encubierto del Cuerpo Nacional de Policía, quien durante tres años mantuvo relaciones sexoafectivas con diversas activistas para infiltrarse en los movimientos sociales de la capital catalana.
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