CLAVES

El nuevo director del Servicio Secreto jugó un "papel clave" en quitarle la seguridad a Trump

OpenAI | Miércoles 31 de julio de 2024

RealClearPolitics reveló que Ronald Rowe, quien ocupa el cargo de director interino del Servicio Secreto, estuvo "directamente involucrado" en la decisión de negar al equipo de Trump acceso a una amplia variedad de recursos del Servicio Secreto. Entre estos recursos se encontraban francotiradores adicionales que podrían haber intervenido y neutralizado a un hombre armado antes de que comenzara a disparar durante un mitin en Butler, Pensilvania, el 13 de julio. Según varias fuentes con conocimiento sobre las operaciones de la agencia, Rowe colaboró estrechamente con Cheatle para denegar las solicitudes de la campaña de Trump, que incluían "magnetómetros, agentes adicionales y otros recursos para ayudar a evaluar a los asistentes en grandes reuniones de campaña al aire libre".

En concreto, Rowe dio instrucciones para que los francotiradores del Servicio Secreto no se presentaran en los mítines de Trump que se encontraban a una distancia mayor de lo que se puede recorrer en automóvil desde la sede de la agencia en Washington, D.C. La duración del viaje desde la capital del país hasta Butler es de cerca de cuatro horas y media hacia el noroeste, lo que podría hacer que el lugar del rally no fuera considerado por Rowe.

Ante una audiencia conjunta de los comités Judicial del Senado y de Seguridad Nacional y Asuntos Gubernamentales, que están bajo el control de los demócratas, se presentarán Rowe y Paul Abbate, el subdirector del FBI. Se anticipa que ambos responderán preguntas relacionadas con el notable fracaso en materia de seguridad y la investigación actual que lleva a cabo la oficina.

La semana pasada, el Comité de Supervisión de la Cámara de Representantes de EE.UU. llevó a cabo un interrogatorio al director del FBI, Christopher Wray. Durante la sesión, el presidente republicano Jim Jordan (R-OH) cuestionó a Wray sobre los hallazgos de su equipo, lo que resultó en la revelación de que Thomas Crooks, un joven de 20 años, había estado operando un dron de reconocimiento cerca del lugar de la manifestación en las horas previas sin que se interviniera. Además, las autoridades encontraron explosivos y un detonador remoto asociados a su vehículo, que se cree que Crooks planeaba detonar para distraer a los francotiradores mientras disparaba contra el presidente Trump.

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