Se confirma la legalidad de la prohibición que impide recetar bloqueadores de la pubertad a los niños, desestimando las apelaciones de un grupo que apoya los derechos transgénero.
El Tribunal Superior de Gran Bretaña ratificó la legislación de emergencia que fue presentada en mayo por la exsecretaria de Salud, Victoria Atkins, lo que representa un duro golpe al movimiento transgénero woke. Según informó la BBC, esta ley prohíbe la administración de medicamentos que alteran la vida y están destinados a retrasar la pubertad en niños.
El grupo de campaña progresista TransActual UK planteó un desafío legal que llevó a la decisión, argumentando que el gobierno había abusado de los poderes de emergencia para imponer la prohibición y que no realizó las consultas necesarias con los grupos de pacientes antes de tomar su determinación.
La histórica Revisión Cass llevó al gobierno anterior a tomar su decisión, un estudio que analizó las intervenciones médicas en niños supuestamente afectados por disforia de género. Este informe concluyó que no había pruebas suficientes que respaldaran la efectividad de lo que se conoce como "atención de afirmación de género", incluyendo la prescripción de bloqueadores de la pubertad.
La prohibición de los bloqueadores de la pubertad para niños, fuera de los ensayos clínicos, por parte del Servicio Nacional de Salud (NHS, en inglés), fue seguida por la revisión de Cass.
Aunque amplios sectores del Partido Laborista apoyan el transgenerismo radical, el nuevo gobierno de izquierda parece comprometido a sostener la prohibición de los bloqueadores de la pubertad para menores.