En un informe impactante se revela que la policía vio al tirador con un telémetro antes del ataque en el mitin de campaña en Butler, Pensilvania, donde ocurrió el intento de asesinato del ex presidente Donald Trump. Sin embargo, no tomaron medidas para detenerlo.
Casi media hora antes de que abriera fuego contra Trump y los asistentes al mitin, los oficiales en el terreno de la Unidad de Servicios de Emergencia de la Oficina del Sheriff del Condado de Beaver notaron por primera vez al pistolero, Thomas Matthew Crooks, según informó la filial de NBC en Pittsburgh, WPXI.
Según un agente de la ley local que participó directamente en el incidente, tres francotiradores de equipos tácticos locales que brindaban apoyo al Servicio Secreto estaban ubicados dentro del mismo edificio donde el tirador se elevó para perpetrar su ataque. Desde allí, observaban a través de las ventanas hacia el escenario y vigilaban a la multitud.
Fuera del edificio donde más tarde llevaría a cabo su intento de asesinato, Crooks fue visto por uno de los francotiradores locales mirando hacia el techo. Observó el techo y luego desapareció antes de regresar más tarde, sentándose cerca y mirando su teléfono. El comportamiento sospechoso de Crooks llevó a que uno de los francotiradores locales le tomara una foto.
Después de eso, ocurrió algo aún más sospechoso: Crooks fue observado utilizando un telémetro. Este dispositivo es empleado por los tiradores para calcular la distancia a la que se encuentra un objetivo. Al percatarse de esto, el francotirador se comunicó por radio con su base y trató de enviar la imagen de Crooks. No obstante, no está claro si la alerta llegó alguna vez al puesto de mando destinado a facilitar las comunicaciones entre los oficiales locales y el Servicio Secreto.