Primero llegaron los mensajes de apoyo y las condenas por el intento de asesinato. Desde todo el mundo. Desde todos los colores políticos. Apenas unas horas más tarde se reanudó la batalla electoral. La familia Trump y congresistas y gobernadores republicanos comenzaron a señalar al propio Biden, por su actitud y declaraciones, y a los demócratas como los responsables del atentado. También a los medios de comunicación críticos contra el ex presidente, sin olvidar a los jueces y fiscales que le han acusado y condenado. Ya nada será igual en la carrera electoral, ya nada será igual en Estados Unidos. Ni en Occidente, ni en la guerra de Ucrania y la posición de Europa, ni en la posición de la OTAN y los acuerdos tras celebrar su 75 aniversario. Nada será igual para Vladimir Putin, ni para Xi Jianping, ni para el español Pedro Sánchez. El casi seguro futuro presidente de Estados Unidos se ha salvado de la muerte por apenas un centímetro, el que separa la oreja del resto del cráneo. Los próximos cuatro meses la imagen ensangrentada del rostro de Trump con la bandera de las barras y las estrellas a su espalda se convertirá en la mejor de las imágenes posibles para su victoria.
De Butler pudo salir un cadaver y ha salido un héroe para millones de norteamericanos. El empresario que se enfrentó a los aparados políticos del bipartidismo y ganó las elecciones en 2016, el villano condenado hace apenas unas semanas por comprar el silencio de la actriz de cine porno Stormy Daniels, se dispone a regresar a La Casa Blanca. ¿Puede vencerle Joe Biden, el candidato demócrata y actual presidente?. Los sondeos, todos los sondeos y gran parte de los dirigentes demócratas creen que no, que debe renunciar y que debe hacerlo en la Convención de ese partido en el mes de agosto. ¿Cómo lograr esa renuncia sino romper las normas?, ¿cómo elegir a una nueva figura que sea capaz de ganar al Donald Trump ya convertido en un héroe?. ¿Tiene que ser un hombre o una mujer?. ¿Mejor Michelle Obama que Kamala Harris?. Todas esas preguntas quedarán contestadas el próximo 22 de agosto cuando termine la Convención del Partido Demócrata. Cuando sopla el viento en Washington llega a las capitales europeas convertido en un huracán. Las consecuencias a nivel mundial en este durísimo 2024, con dos salvajes guerras, miles de muertos y cientos de miles de armas y municiones fabricándose cada día, son imposibles de calcular en ninguno de los escenarios que van desde la Europa del Este al Océano Índico.