La semana pasada, se informó a las Naciones Unidas por parte del Ministerio de Relaciones Exteriores de Israel que un centenar de "operativos terroristas" han sido identificados como empleados de UNRWA, la agencia de ayuda de la ONU para los palestinos.
A la ONU le solicitaron desde Israel el despido inmediato de estos empleados.
El 4 de julio, Amir Weissbrod, embajador israelí, envió una carta a Philippe Lazzarini, jefe de la UNRWA. Sin embargo, no fue hasta el jueves que la carta se hizo pública, cuando medios como Fox News y Bild de Alemania obtuvieron copias. Los editores de Bild se sintieron muy molestos al descubrir que el dinero alemán podría haber sido utilizado para financiar operativos terroristas.
La presencia de operativos de Hamas entre el personal de la UNRWA ha sido una "preocupación recurrente" para los funcionarios israelíes, señaló Weissbrod en la carta. Después de que Israel acusara a una docena de sus empleados de participar activamente en las atrocidades de Hamas del 7 de octubre, Estados Unidos y varios otros países suspendieron la financiación de la UNRWA en enero.
Citando la desesperada necesidad de ayuda humanitaria de los palestinos de Gaza, la mayoría de esos países finalmente reanudaron la financiación de la UNRWA. Israel, en una carta a la ONU, sugirió que la reanudación de la financiación fue un terrible error debido a que el personal de la UNRWA en Gaza sigue plagado de terroristas.
Weissbrod le informó a Lazzarini que en la Franja de Gaza, la UNRWA ha empleado a cientos de terroristas, incluyendo miembros de Hamás y de la Yihad Islámica en Palestina, algunos ocupando altos cargos tanto en la UNRWA como en Hamás, durante los últimos meses.
Adjunto por el embajador israelí, se encuentra un documento que lista cien nombres de "terroristas actualmente empleados por UNRWA-Gaza", acompañados de datos de identificación.
Según Weissbrod, esta lista es solo una "pequeña fracción" de los activistas de Hamás y la Yihad Islámica en Palestina que trabajan como empleados de la UNRWA. Se comprometió a publicar más listas y enviarlas tanto a Lazzarini como a los donantes de la UNRWA.