"¿Cuándo fue la última vez que habló con ella?", le preguntan a Del Burgo, que sin pensárselo dos veces, asegura que fue "el 12 de mayo".
Además, confiesa que siente "cariño" por Letizia, "como el que se le tiene a un viejo amor, a una persona que ha significado tantas cosas. Yo la llamaba mi rojilla".
A esta cuestión, sostiene que "en un país, vamos a decir, normal, y entiendo por tal, uno culto, instruido, sin blindajes, con igualdad de oportunidades, y muchos etcéteras, después de Lobos -el libro y proyecto audiovisual que lanzará el próximo año-, la Corona se formularía con nuevos criterios y los Borbones serían alejados de ella de una vez para siempre, en lugar de seguir sufriéndolos".
"Lo explicaré cuando toque. La realidad sobrepasa el significado de las palabras en el diccionario"
Cree tanto en esto que, comenta, "la Constitución se cambiaría en varios puntos clave para convertir a España en una democracia real que le permitiera florecer y progresar a un ritmo vertiginoso. Tengo mucho interés en ver cómo responderá la sociedad española a la vista de Lobos. Lo que quiera que nos quede de dignidad lo vamos a ver en los próximos dos años. Entonces regresaré y terminará este auto exilio. O no volveré a poner un pie".
Sobre el presidente del Gobierno español también se ha despachado en estos términos: "Cuando estrechas tus manos con quienes las tienen manchadas de sangre te contaminas. Formas parte de una cadena".
"Hace unas semanas se lo decía a Letizia. Me apena no poder volver a estrecharte la mano. Tendría que hacerlo con guantes. Así le dije", confiesa, antes de lanzar otra bomba sobre una hipotética separación del actual matrimonio real: "No puede terminar lo que no ha existido. Sé que es una respuesta un poco encriptada. Pero lo explicaré cuando toque. La realidad sobrepasa el significado de las palabras en el diccionario".