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Jugando con la salud: La OMS emite una alerta sobre medicamentos falsificados

Virginia González | Viernes 21 de junio de 2024
La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha emitido una alerta sobre medicamentos falsificados que contienen semaglutida. Estos se emplean en algunos países para tratar la diabetes de tipo 2 y la obesidad.

En la alerta se mencionan tres lotes falsificados de medicamentos que pertenecen a la familia de la semaglutida (de la marca Ozempic®), que se detectaron en 2023: en el Brasil y en el Reino Unido de Gran Bretaña e Irlanda del Norte, en octubre, y en los Estados Unidos de América en diciembre. El Sistema Mundial OMS de Vigilancia y Monitoreo ha constatado un incremento de las notificaciones de medicamentos falsificados con fármacos de la familia de la semaglutida en todas las regiones geográficas desde 2022. Este es el primer aviso que la OMS emite oficialmente tras la confirmación de algunos de estos informes.

La Dra. Yukiko Nakatani, Subdirectora General de Acceso a Medicamentos Esenciales y Productos de Salud de la OMS, ha señalado: «Nuestra Organización aconseja a los profesionales de la salud, los organismos de reglamentación y la población que estén atentos a la existencia de estos lotes falsificados de medicamentos. Las partes interesadas deben dejar de utilizar todo medicamento sospechoso e informar a las autoridades competentes».

Escasez de suministros y aumento de la falsificación

Los medicamentos que contienen fármacos de la familia de la semaglutida, incluida la marca que se ha falsificado, se recetan a personas con diabetes de tipo 2 para reducir su concentración de azúcar en la sangre. Estos fármacos también reducen el riesgo de sufrir accidentes cardiovasculares. La mayoría de estos medicamentos se inyectan bajo la piel una vez a la semana, pero también se comercializan en forma de comprimidos que se toman a diario por vía oral. Debido a que se ha demostrado que, además de reducir el azúcar en la sangre, estos medicamentos inhiben el apetito, en algunos países se prescriben cada vez más para adelgazar.

La OMS ha venido constatando un aumento de la demanda de estos medicamentos y de los informes sobre versiones falsificadas que pueden dañar la salud de las personas. Si estos medicamentos no contienen los componentes necesarios, pueden provocar complicaciones derivadas de la falta de control de los niveles de glucosa en sangre o del peso. En otros casos, las inyecciones falsificadas contienen otro principio activo no declarado, por ejemplo insulina, lo que puede provocar una serie impredecible de riesgos o complicaciones para la salud.

Los medicamentos que contienen fármacos de la familia de la semaglutida no forman parte de los tratamientos recomendados por la OMS para controlar la diabetes, debido a su elevado costo actual. Este costo supone un obstáculo que hace que estos productos no resulten adecuados desde el punto de vista de la salud pública, cuyo propósito es facilitar a la población el acceso más amplio posible a los medicamentos, además de encontrar un equilibrio entre las normas de atención consolidadas y las posibilidades de aplicación a gran escala en los lugares que disponen de pocos recursos. Cabe señalar que hay tratamientos más asequibles para la diabetes que tienen efectos sobre la glucemia y el riesgo cardiovascular similares a los de los fármacos de la familia de la semaglutida.

La OMS está elaborando unas directrices de asesoramiento rápido sobre el posible uso de los agonistas del receptor del péptido similar al glucagón de tipo 1, incluidos los fármacos de la familia de la semaglutida, para tratar la obesidad en el adulto y como parte de un modelo de atención más integral. Dichos agonistas se prescriben en el marco del tratamiento de la diabetes para reducir la glucemia y favorecer la pérdida de peso.

Medidas individuales

Para protegerse de los medicamentos falsificados y de sus efectos nocivos, los pacientes que utilicen estos productos pueden tomar medidas como adquirirlos con una receta de un médico autorizado y no de fuentes desconocidas o no verificadas, como las que se pueden encontrar en Internet.

Hay que comprobar siempre el envase y la fecha de caducidad al comprar un medicamento y seguir las instrucciones prescritas para utilizarlo. En el caso de las inyecciones de fármacos de la familia de la semaglutida, los pacientes deben asegurarse de que se conservan en el frigorífico. Las notificaciones sobre medicamentos falsificados pueden enviarse a la OMS escribiendo a la dirección: rapidalert@who.int.

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