El Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos reiteró este martes su exhortación a poner fin a la violencia en la Cisjordania ocupada, donde se ha registrado el asesinato de más de 500 palestinos a manos del ejército israelí a partir del 7 de octubre, cuando Hamás atacó el sur de Israel.
En un comunicado, Volker Türk sostuvo que las matanzas, la destrucción y las violaciones generalizadas de los derechos humanos “son inaceptables y deben cesar de inmediato”.
“Israel no sólo debe adoptar, sino que debe cumplir con reglas de enfrentamiento estrictamente apegadas a las normas y estándares de derechos humanos”, puntualizó.
Türk lamentó que los palestinos que habitan en la Cisjordania ocupada también estén siendo sometidos día tras día a un derramamiento de sangre sin precedentes, “como si los trágicos acontecimientos ocurridos en Israel y luego en Gaza durante los últimos ocho meses no fueran suficientes”.
“Es incomprensible que se hayan quitado tantas vidas de manera tan desenfrenada”, declaró.
El Alto Comisionado acotó que en lo que va de este año, las fuerzas israelíes han matado a casi 200 palestinos.
Detalló que pese a la ausencia de hostilidades armadas en Cisjordania, el ejército israelí ha llevado a cabo al menos 29 operaciones que incluyeron ataques aéreos con drones o aviones y disparos de misiles tierra-tierra contra campos de refugiados y otras zonas densamente pobladas.
Durante esos operativos murieron 164 palestinos, 35 niños entre ellos, especificó, resaltando la alta incidencia de víctimas palestinas con disparos en la parte superior del cuerpo y a las que se les negó asistencia médica.
Esto sugiere “una intención de matar en violación del derecho a la vida, en lugar de una aplicación gradual de la fuerza y un intento de reducir situaciones tensas... en los casos en los que los disparos claramente no representaban una amenaza inminente a la vida”, subrayó Türk, y añadió que “cualquier denuncia de homicidio ilegítimo debe ser investigada de manera exhaustiva e independiente, y los responsables deben rendir cuentas”.
En tanto, en Gaza “las escenas de destrucción y sufrimiento de la población son desgarradoras”, afirmó el coordinador de la ONU para el Proceso de Paz en Medio Oriente tras realizar una visita a ese territorio palestino asediado.
En una serie de publicaciones en X, Tor Wennesland destacó el impacto devastador de la guerra y la desesperación de los gazatíes, que no encuentran un lugar seguro y sobreviven en condiciones inimaginables mientras Israel continúa su ofensiva aérea y terrestre en todo Gaza.
“Está claro que es necesaria una acción urgente para aliviar la crisis humanitaria que enfrenta la Franja de Gaza”, enfatizó.
Wennesland estuvo en el hospital al-Amal en Khan Younis y se reunió con funcionarios locales para discutir formas de satisfacer las necesidades inmediatas de la población.
“Lo que vi en Gaza es un crudo recordatorio del costo humano del conflicto”, dijo, y se pronunció a favor de que las partes enfrentadas acepten la propuesta de alto el fuego de Estados Unidos, que incluye la liberación de los rehenes israelíes.
El enviado consideró que no existe alternativa a un alto el fuego inmediato y advirtió que los retrasos cuestan más vidas todos los días.
La de Wennesland es una voz más en el clamor internacional por un alto el fuego que permita la entrada de asistencia vital a Gaza; sin embargo, el espacio humanitario sigue reduciéndose.
La Agencia de la ONU para los Refugiados Palestinos (UNRWA) subrayó la urgencia de que entre combustible a la Franja de Gaza para que las plantas desalinizadoras puedan operar y suministrar agua a la población. “La gente necesita agua para vivir; las autoridades israelíes deben darles acceso a ella ahora”, apuntó el organismo.
Ante la ausencia casi total de combustible en la Franja de Gaza, las desalinizadoras han cerrado y la gente no tiene suficiente agua. “La supervivencia es una lucha. Las familias y los niños viajan largas distancias en medio del calor para encontrar agua”, reportó la UNRWA.
Por su parte, la Organización Mundial de la Salud (OMS) señaló que la intensificación de las hostilidades en Rafah, que han incluido ataques contra la asistencia sanitaria, provocaron el cierre de los tres hospitales más importantes de esa ciudad.
Un único hospital de campaña sigue funcionando parcialmente, pero es inaccesible debido a la violencia en los alrededores y sólo puede proporcionar servicios básicos a los pacientes que ya se encuentran allí.
“Debido al asedio y las hostilidades que tienen lugar en las cercanías, es cada vez más difícil llegar al hospital de campaña de los Emiratos Árabes Unidos en la ciudad de Rafah”, informó la OMS, llamando una vez más a proteger la atención médica, permitir el acceso irrestricto de la ayuda humanitaria y declarar un alto el fuego en Gaza.
La agencia sanitaria recalcó la necesidad de restaurar los hospitales de Rafah, que han perdido su capacidad de proveer servicios sanitarios a la población debido a la falta de un acceso seguro y un flujo sostenido de suministros médicos hacia y a través de Gaza.
En cuanto a las condiciones de las infraestructuras gazatíes, el Centro de Satélites de la ONU (ONUSAT) indicó que la mitad de los edificios de la Franja de Gaza, la mayoría viviendas, han sido dañados o destruidos durante los casi ocho meses que dura ya la guerra.
La información satelital reveló que 137.297 estructuras, o el 55% de las estructuras en Gaza, estaban afectadas hasta el 3 de mayo, cuando se tomaron las imágenes para un análisis que identificó 36.591 estructuras destruidas, 16.513 gravemente dañadas, 47.368 moderadamente dañadas y 36.825 potencialmente dañadas.
La ONU precisó que las gobernaciones de Deir Al-Balah y Gaza registraron el mayor aumento de daños desde abril de 2024, con 2613 nuevas estructuras dañadas en Deir Al-Balah.
En este sentido, la UNRWA aseguró que los edificios y la infraestructura están en ruinas y que las familias buscan abrigo en cualquier lugar, incluidas instalaciones de UNRWA gravemente dañadas.