Los eurodiputados Jorge Buxadé, jefe de la delegación de Vox, y Hermann Tertsch protagonizaron ayer un coloquio que sirvió para presentar el documental titulado “El futuro de Europa”. El documental, producido por la Fundación Disenso, muestra cómo la Unión Europea y sus instituciones han desnaturalizado a lo largo de los últimos años la identidad del Viejo Continente, y cómo “las élites de Bruselas” se han alejado progresivamente de las necesidades de los pueblos y de las naciones que conforman la Unión.
Durante el coloquio, que fue moderado por el director de la Fundación Disenso, Jorge Martín Frías, los participantes propusieron los cambios necesarios para que la UE sea una institución que se dedique a solucionar los problemas reales de los ciudadanos en lugar de crear problemas nuevos, y que devuelva a las naciones miembro la soberanía que han perdido en las últimas décadas.
Durante el coloquio, Buxadé dejó claro que el actual modelo de la UE “no es un reflejo de la identidad de las naciones que conforman Europa”, explicando que “es suficiente con visitar las instalaciones de la institución en Bruselas e informarse de su funcionamiento y decisiones para darse cuenta de que allí no está la solución a sus problemas”. Esto se debe, según el político, a que “nadie puede ver allí reflejada Europa, ni sus principios ni sus valores”.
El jefe de la delegación de VOX explicó que la solución a estos problemas debe pasar por que “dejen de meterse en nuestras vidas” y vuelvan a defender la familia y la nación, dejando claro que, por un lado, la izquierda ataca los valores europeos tradicionales y, por otro, el PP aparenta defenderlos, pero se suma continuamente a los postulados de esa izquierda. Es lo que Buxadé definió como “las élites de Bruselas” que actualmente “sirven a todo aquello contra lo que nosotros luchamos”, poniendo como base de su trabajo la Agenda 2030, que desarrolla las políticas que se materializan en el Pacto Verde, el desmantelamiento industrial, los ataques a la soberanía, etc.
El próximo 9 de junio, todos los europeos están llamados a las urnas, y Vox, que forma parte del grupo de Conservadores y Reformistas Europeos (ECR), cree que en estas elecciones hay “una posibilidad real” de conformar una mayoría conservadora que logre cambiar radicalmente el rumbo de la Unión Europea.
Los participantes en el acto coincidieron en subrayar cómo las directivas europeas se traducen actualmente en políticas que tienen efectos nocivos para las industrias, las pequeñas y medianas empresas, el campo y la sociedad en general.
Por su parte, el eurodiputado de VOX, Hermann Tertsch, aseguró que se ha producido “un abandono del proyecto fundacional de creación de un mercado común europeo”, para llegar a ser algo muy diferente, el “actual monstruo en el que se ha convertido, que se alimenta de regulaciones y directrices con efectos catastróficos para los ciudadanos”.
Tertsch también ha mostrado la preocupación de VOX por la pérdida de libertades en Europa, y ha denunciado que los socialistas y populares europeos, lejos de ser dos partidos políticos diferentes, han montado un “régimen de partido único”.
En ese sentido, ambos eurodiputados coincidieron en que el PP europeo y el PSOE votan lo mismo “el 91 % de las veces” en Bruselas, recordando las palabras del popular González Pons quien dijo recientemente que su partido formaba coalición con los socialistas y los verdes. Así, Hermann Tersch cree que populares y socialistas se encuentran en una “socialdemocracia difusa”.
Ese “dilema existencial” al que se ve obligado el PP puede ser una gran baza electoral para los conservadores europeos en un momento en el que, así lo dijo Buxadé, “nos estamos jugando Europa”.
Durante el acto también se trató el tema de la invasión migratoria que está llevando al Viejo Continente “a un colapso”, y cuyos efectos se notan sobre todo en países como Alemania, Bélgica, Francia, Suecia u Holanda, junto a la “progresiva islamización” y la “debilidad moral de Occidente” como principales problemas que se ciernen sobre Europa en este momento, según Jorge Buxadé.