La guerra en Gaza ya ha desbordado las fronteras de ese territorio provocando inestabilidad regional, dijo este miércoles el Secretario General de las Naciones Unidas en su discurso ante el Foro Económico Mundial de Davos, y afirmó que ese desbordamiento constituye una prueba clara de que la comunidad internacional debe apoyar la solución de dos Estados.
Esa es la única vía para resolver el prolongado conflicto palestino-israelí de una vez por todas y evitar la extensión hacia toda la región que ya está ocurriendo, insistió António Guterres.
En su participación, Guterres pasó revista de los temas más urgentes de la agenda mundial, aunque centró gran parte de la atención en Medio Oriente, advirtiendo que sería desastroso que el intercambio de fuego en la Línea Azul derivara en una confrontación en toda regla entre Israel y Líbano.
Los ataques hutíes a algunos buques en el Mar Rojo son otra de las manifestaciones de la propagación de la guerra en Gaza que hacen imperativo evitar a toda costa una mayor escalada, agregó.
“Repito mi llamado a un alto el fuego humanitario inmediato en Gaza y a un proceso que conduzca a una paz sostenida para israelíes y palestinos, basada en una solución de dos Estados. Esta es la única manera de frenar el sufrimiento y evitar un desbordamiento que podría incendiar toda la región”, recalcó.
Como Gaza, Guterres citó otros puntos de conflagración, entre ellos Ucrania y Sudán, en los que las partes en conflicto “ignoran el derecho internacional, pisotean las Convenciones de Ginebra y violan la Carta de la ONU”, ante la mirada impasible del mundo, que observa cómo los civiles son asesinados, mutilados, bombardeados y obligados a desplazarse sin que se les permita el acceso a la ayuda humanitaria.
El titular de la ONU sostuvo que las divisiones geopolíticas suponen un enorme riesgo para la economía global al sumar la inestabilidad políticas a la inseguridad económica.
En tanto, la desigualdad y la injusticia alcanzan “niveles obscenos” e impiden el desarrollo sostenible, añadió, citando un informe de Oxfam que destaca que los cinco hombres más ricos del mundo han más que duplicado sus fortunas a un ritmo de 14 millones de dólares por hora a partir de 2020.
“Al mismo tiempo, más de la mitad del mundo, casi 5000 millones de personas, se ha empobrecido”, lamentó.
En este contexto recordó que muchos países sufren una estrangulamiento financiero debido a los altos niveles de deuda, cuyo costo se ha cuadriplicado en los últimos años.
“Después de décadas de reducción de la pobreza y el hambre, el progreso se ha desacelerado y, en algunos países, ha retrocedido. Y esto está alimentando el resentimiento y la ira”, apuntó.
Otro grave problema de la humanidad es el caos climático, que muestra pruebas cada vez más claras e irreversibles mientras la industria de los combustibles fósiles sigue avanzando sus intereses pese a las advertencias de la ciencia sobre el peligro existencial que significa para la humanidad y el planeta.
“Permítanme volver a ser muy claro: la eliminación gradual de los combustibles fósiles es esencial e inevitable. Ninguna táctica de miedo o giro cambiará eso. Esperemos que no llegue demasiado tarde. Debemos actuar ahora para garantizar una transición justa y equitativa hacia la energía renovable”, acotó Guterres.
La inteligencia artificial fue otro de los temas abordados por el Secretario General, quien reconoció el potencial de esa tecnología para el desarrollo sostenible, pero adelantó que también puede agudizar la desigualdad mundial.
“Algunas empresas tecnológicas poderosas ya están buscando ganancias con un claro desprecio por los derechos humanos, la privacidad personal y el impacto social”, señaló.
La inteligencia artificial y el clima son dos asuntos que los gobiernos discuten exhaustivamente sin que haya todavía una estrategia global efectiva que regule ninguno de los dos porque las divisiones geopolíticas impiden que el mundo se una en torno a soluciones globales para los desafíos globales, abundó.
Por estas razones -dijo-, no es raro “que la gente en todas partes esté perdiendo la fe en los gobiernos, las instituciones y los sistemas financieros y económicos”.
Y para resolver esta crisis de confianza hacen falta instituciones y marcos multilaterales fuertes, y mecanismos eficaces de gobernanza global acordes a nuestros tiempos.
“Se requieren reformas profundas de la gobernanza global para gestionar las tensiones geopolíticas durante una nueva era de multipolaridad”, puntualizó.
Al terminar su discurso, Guterres explicó que la reconstrucción de la confianza no se logrará de la noche a la mañana, pero se manifestó convencido “de que es esencial y posible”.
“Urjo a todos, los urjo a ejercer su influencia para evitar mayores daños y para que nuestro mundo vuelva a encaminarse hacia la seguridad, la prosperidad y la paz”, concluyó el Secretario General, dirigiéndose a los líderes multisectoriales presentes en la ciudad suiza.