Ante la magnitud de la pérdida de vidas humanas en Gaza e Israel, en tan poco tiempo, el Secretario General ha entregado hoy una carta al Presidente del Consejo de Seguridad invocando el Artículo 99 de la Carta de las Naciones Unidas, anunció su portavoz.
Este artículo, que no ha sido invocado en décadas, establece que "el Secretario General podrá señalar a la atención del Consejo de Seguridad cualquier asunto que, a su juicio, pueda amenazar el mantenimiento de la paz y la seguridad internacionales".
Es la primera vez que Antonio Guterres invoca el artículo 99 desde que se convirtió en Secretario General en 2017.
En la carta, dijo Stephane Dujarric, el Secretario General insta a los miembros del Consejo de Seguridad a presionar para evitar una catástrofe humanitaria y hace un llamamiento para que se declare un alto el fuego humanitario.
La carta fue enviada al Presidente del Consejo de Seguridad el miércoles por la mañana.
El texto* de la carta es el siguiente:
“Más de ocho semanas de hostilidades en Gaza e Israel han provocado un sufrimiento humano atroz, destrucción física y trauma colectivo en todo Israel y el territorio palestino ocupado.
Más de 1200 personas fueron brutalmente asesinadas, entre ellas 33 niños, y miles resultaron heridas en los aborrecibles actos de terror cometidos por Hamás y otros grupos armados palestinos el 7 de octubre de 2023, que he condenado en repetidas ocasiones.
Unas 250 personas fueron secuestradas, entre ellas 34 niños, más de 130 de los cuales siguen cautivos. Deben ser liberadas inmediata e incondicionalmente. Los relatos de violencia sexual durante los ataques son terribles.
La población civil de toda Gaza corre grave peligro. Desde el inicio de la operación, más de 15.000 personas han muerto, más del 40% eran niños. Otros miles han resultado heridos. Más de la mitad de las viviendas han sido destruidas. Alrededor del 80% de la población de 2,2 millones se ha visto obligada a desplazarse a zonas cada vez más pequeñas. Más de más de 1,1 millones de personas han buscado refugio en instalaciones de la UNRWA (la Agencia de la ONU para los refugiados palestinos) en toda Gaza, creando condiciones de hacinamiento, indignas y antihigiénicas. Otros no tienen no tienen dónde refugiarse y se encuentran en la calle. Los restos explosivos de la guerra están haciendo que haya zonas inhabitables. No existe una protección eficaz de los civiles.
El sistema sanitario de Gaza está colapsado. Los hospitales se han convertido en campos de batalla. Sólo 14 de los 36 hospitales funcionan siquiera parcialmente. Los dos principales hospitales del sur de Gaza funcionan al triple de su capacidad de camas y se están quedando sin suministros básicos y sin combustible. También albergan a miles de personas desplazadas. En estas circunstancias, más personas morirán sin recibir tratamiento en los próximos días y semanas.
Ningún lugar es seguro en Gaza.
En medio de los constantes bombardeos de las Fuerzas de Defensa de Israel, y sin refugio o lo esencial para sobrevivir, pronostico que el orden público se romperá completamente debido a las condiciones desesperadas, haciendo que incluso la asistencia humanitaria limitada sea imposible de entregar. Podría producirse una situación aún peor, con enfermedades epidémicas y un aumento de la presión para el desplazamiento masivo hacia los países vecinos.
En la Resolución 2712 (2023), el Consejo de Seguridad pide que se aumente la ayuda humanitaria para satisfacer las necesidades de la población civil, especialmente de los niños.
Las condiciones actuales hacen imposible que se lleven a cabo operaciones humanitarias significativas. No obstante, estamos preparando opciones para supervisar la aplicación de la resolución, aunque reconocemos que en las circunstancias actuales, eso es insostenible.
Aunque la entrega de suministros a través de Rafah continúa, las cantidades son insuficientes y han disminuido desde la pausa (humanitaria). Sencillamente, no podemos llegar a los necesitados dentro de Gaza. La capacidad de las Naciones Unidas y sus socios humanitarios se ha visto diezmada por la escasez de suministros, la falta de combustible, la interrupción de las comunicaciones y la creciente inseguridad.
El personal humanitario se ha unido a la gran mayoría de los civiles gazatíes en su evacuación al sur de Gaza ante el avance de las operaciones militares. Al menos 130 colegas de UNRWA han sido asesinados, muchos con sus familias.
Nos enfrentamos a un grave riesgo de colapso del sistema humanitario. La situación se está deteriorando rápidamente en una catástrofe con implicaciones potencialmente irreversibles para los palestinos en su conjunto y para la paz y la seguridad en la región.
Este desenlace debe evitarse a toda costa. La comunidad internacional tiene la responsabilidad de utilizar toda su influencia para evitar una mayor escalada y poner fin a esta crisis. Insto a los miembros del Consejo de Seguridad a que presionen para evitar una catástrofe humanitaria. Reitero mi llamamiento para que se declare un que se declare un alto el fuego humanitario. Es urgente. La población civil debe de un daño mayor. Con un alto el fuego humanitario, los medios de supervivencia y la ayuda humanitaria puede ser entregada de manera segura y oportuna en toda la Franja de Gaza.