OPINIÓN

Balance del año y vacaciones presidenciales

José Tomás Cruz | Jueves 03 de enero de 2019
El único calificativo que realmente mereció y definió las recientes declaraciones efectuadas por Pedro Sánchez en torno al tradicional “Balance del año 2018”, fue el de “exasperante”.

Si algún acierto cabría adjudicar a este incongruente político socialista, sería el de haber elegido la fecha del 28 de diciembre (día de los inocentes), para pronunciar su vacuo y triunfalista alegato, ofreciéndose para mayor escarnio como ejemplo de estabilidad y moderación. ¡¡Mayor cinismo imposible!! Al parecer, su mayor inquietud a partir de ahora consistirá en ejercer una vigilancia implacable frente al “extremismo” al que serán expuestos los andaluces, al hacerse con el poder la coalición del PP, Cs y Vox tras haber descabalgado al Partido Socialista como firmes regidores de la Comunidad desde hace 36 años.

Para colmo de los colmos y como oferta estrella, nuestro patético Jefe del Ejecutivo ha tomado la decisión, vía decretazo, de elevar el salario mínimo a 900 euros, demagógica medida que prosperará obviamente, gracias a que correrá a cargo de los empresarios. Omitiéndose, eso sí, que tal incremento supondrá las destrucción de 100.000 empleos según el Banco de España, algo que naturalmente oculta Pedro Sánchez, en base a su máxima de que todo vale con tal de seguir gobernando como sea y a costa de lo que sea.

Una vez más y como era previsible, Ciudadanos volvió a demandar la celebración de elecciones generales cuanto antes. En línea similar y para el PP, la etapa de gobierno de los socialistas es tildada entre nefasta y catastrófica. No obstante convendría que Sánchez no solo leyese las encuestas de Tezanos (4 estrellas Michelin) publicadas por el CIS, sino también otros sondeos como la encuesta Sigma-2, publicada recientemente en El Mundo, en la que los propios votantes socialistas apuestan mayoritariamente por adelantar los comicios a marzo o mayo, si el Gobierno no consigue la aprobación de los Presupuestos.

A modo de bienvenida de año y para no agotar a los sufridos lectores con más temas políticos, simplemente comentar como aprovecha nuestro peculiar presidente Sánchez sus desplazamientos, casi siempre acompañado de su esposa Begoña Gómez. Al parecer, y en este capítulo la sintonía es total, mientras dure la mamandurria del "gratis total" habrá que exprimirla a tope. Concretamente y en este año decidieron pasar las navidades en las finca de las Marismillas (Doñana), propiedad de Patrimonio Nacional. Posteriormente, y no pareciéndoles suficiente, optaron por desplazarse nada menos que a Lanzarote para disfrutar la nochevieja en la Mareta, lujoso chalet regalo del Rey Hussein de Jordania a nuestro Rey emérito Don Juan Carlos de Borbón.

Como dato orientativo, la estancia diaria en dicha mansión es de 2,500 euros sin incluir los gastos de seguridad personal y desplazamientos en un Falcon del Estado, etc. etc. y todo ello para pagar las vacaciones de la familia Sánchez y sus invitados a golpe de los asfixiantes impuestos de sus administrados. Detalles sobre los cuales no se informa al pueblo por ser considerados Secretos de Estado. Resumiendo: ¡¡Viva la austeridad y el socialismo de algunos...!! Si Pablo Iglesias levantara la cabeza... ¡¡Tiempo al tiempo!!

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