En cooperación con países comprometidos a compartir aprendizajes, mejores prácticas y tecnologías, el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) lanzó su nueva iniciativa el 8 de noviembre. Denominado "50 en 5", este programa tiene como objetivo reducir los costos, crear capacidad local, maximizar el impacto y acortar radicalmente los viajes de implementación del DPI en 50 países en los próximos cinco años.
El sitio web del programa afirmó que el DPI es esencial para la participación en los mercados y la sociedad en una era digital. Se refiere a una red segura e interoperable de componentes, como pagos digitales, identificación y sistemas de intercambio de datos. Según los globalistas, el DPI es necesario para que todos los países construyan economías resilientes e innovadoras y para el bienestar de las personas.
El apoyo de GovStack, el Banco Interamericano de Desarrollo y el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF), así como de Co-Develop, fundada por la ultraizquierdista Fundación Rockefeller, también respalda la iniciativa. En los próximos cinco años, su objetivo es que los países diseñen, lancen y amplíen al menos un componente de su pila de información pública de forma segura, inclusiva e interoperable. Además del programa, participaron la Fundación Bill y Melinda Gates, el Centro para la Infraestructura Pública Digital, la Alianza de Bienes Públicos Digitales y el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo.
Bangladesh, Brasil, Estonia, Etiopía, Guatemala, Moldavia, Noruega, Senegal, Sierra Leona, Singapur, Sri Lanka y Togo son los 11 países "pioneros" que actualmente participan en el programa. Se ha llevado a cabo una cuidadosa difusión en todos los continentes, incluyendo naciones del primer, segundo y tercer mundo.
Melinda Gates, en el evento de lanzamiento 50 en 5, hablando en nombre de la Fundación Bill y Melinda Gates, afirmó que, mediante las inversiones adecuadas, se logrará acelerar el progreso en todos los objetivos de salud y desarrollo gracias a la infraestructura pública digital. Además, pronosticó que para 2028 más de 500 millones de personas tendrán una identidad digital, lo que les permitirá acceder fácilmente a oportunidades de empleo y educación, así como a servicios financieros, atención médica y programas gubernamentales.