Según un informe de Equality Trust, el Reino Unido gasta más en subsidiar la desigualdad estructural a favor de los ricos que cualquier otro país europeo. En comparación con el promedio de los países desarrollados de la OCDE, las desigualdades de ingresos, riqueza y poder le cuestan al Reino Unido 106.200 millones de libras esterlinas al año.
Arreglar la crisis del NHS, incluida la financiación de la cartera de mantenimiento, la contratación de más personal y el aumento de los salarios, costaría unos 66.700 millones de libras esterlinas en 15 años. En comparación con los cinco países más igualitarios, la desigualdad le cuesta al Reino Unido 128.400 millones de libras esterlinas al año en daños a la economía, las comunidades y los individuos.
"El Reino Unido, debido a la desigualdad, se ha convertido en un lugar más insalubre, infeliz e inseguro en comparación con nuestros países más igualitarios", afirmó Priya Sahni-Nicholas, codirectora ejecutiva del fideicomiso. Además, señaló que esta situación está ocasionando un gran daño a la economía británica, evidenciado en vidas laborales más cortas y menos saludables, sistemas educativos de menor calidad, aumento de la delincuencia y sociedades menos felices. Cabe destacar que en la década de 1970, Gran Bretaña era uno de los países ricos con mayor igualdad. Sin embargo, en la actualidad ocupa el segundo lugar en desigualdad, después de Estados Unidos.
"Las consecuencias de permitir la especulación masiva de los más ricos a expensas del resto de nosotros han sido enormes", dijo Sahni-Nicholas. Agregó que la dependencia excesiva de los sistemas financieros para obtener ganancias masivas y acumular riqueza ha vaciado nuestra infraestructura, alentando disparidades regionales masivas y dejando al Reino Unido vulnerable a las crisis y las recesiones. Además, Sahni-Nicholas señaló que la desigualdad tiene un costo financiero directo.