El conflicto de Ucrania se coló finalmente en los debates de este martes cuando la representante rusa Maria Zabolotskaya tomó la palabra y advirtió de que su país, tras haber apoyado "siempre" la tregua olímpica, se abstendría este año en protesta por "la ilegal exclusión de los atletas rusos de las competiciones deportivas internacionales".
Con ello, Zabolotskaya se refería a la exclusión el 5 de octubre de Rusia del COI -como sanción por haberse anexionado cuatro regiones de Ucrania- y la prohibición a sus deportistas de competir bajo bandera rusa en París 2024, aunque el COI dejó abierta la puerta a que lo hagan a título neutral.
En esta ocasión, Rusia solo ha contado con el apoyo expreso de Siria en el momento del voto, mientras que otros países aliados de Rusia, como China en tantos otros conflictos, se limitaron a pedir que los Juegos Olímpicos y el deporte en general sean despolitizados.
El presidente del COI, Thomas Bach, tomó la palabra ante la Asamblea General para responder a la representante rusa y decirle: "En los juegos olímpicos no hay ´Sur Global´ ni ´Norte Global´, todos somos iguales (y) debemos ser políticamente neutrales y rechazar toda discriminación".
Señaló, sin embargo, que Moscú, al anexionarse regiones de Ucrania, había violado la integridad del Comité Nacional Olímpico Ucraniano.
Y Bach aprovechó la tribuna para advertir contra el proyecto ruso de organizar del 15 al 29 de septiembre de 2024 los Juegos Mundiales de la Amistad, como alternativa a los Juegos Olímpicos de París, en Moscú y Yekaterimburgo, capital de los Urales.
Bach dijo que esa convocatoria significa hacer del deporte parte de las tensiones políticas, "conduce a la fragmentación política del deporte internacional" y significa a la larga que "no habrá más campeonatos del mundo en un mundo fragmentado".