No hubo que esperar mucho, el mismo día el centro de atención se trasladó al norte, a las fronteras con Líbano y Siria, en menos de 24 horas a través de la televisión en horario central se presenta el Primer Ministro acompañado por el Comandante de las Fuerzas Armadas a fin de anunciar que éstas habían iniciado un masivo operativo a fin de destruir túneles que Hisbollá había construido desde territorio del Líbano para ingresar a Israelí, de allí en más sobre la peligrosidad de los mismos que cada uno sacara sus propias conclusiones.
Con pomposidad anuncia que en esos mismos momentos ya se detectó el primer túnel al que se está destruyendo, se hace directamente responsable al Gobierno de Líbano, que recién comienza cuyo objetivo es eliminar totalmente dicha amenaza, diversas fuentes militares dejan trascender que es un operativo que llevará semanas, que por el momento se trabaja dentro de las fronteras de Israel, sobre ello nadie puede realizar objeción alguna, pero que todas las opciones están abiertas.
Inmediatamente comienzan las declaraciones de diferentes fuentes periodísticas y militares en donde se indica claramente que las fuerzas armadas israelíes ya hace años que a dichos túneles los tienen detectados y como consecuencia directa las preguntas no se hacen esperar… ¿Por qué se lanza ahora en pleno período de lluvias cuando podían realizarse en verano? ¿Qué relación tienen éstas con el período preelectoral? ¿Hay alguna vinculación con los diferentes procesos de investigación policial que cada vez acorralan más al Primer Ministro y a su esposa?
Nadie ignora los problemas de Netanyahu con su frágil coalición de Gobierno, ello lo hace acumular junto a sus funciones de Primer Ministro los ministerios de Defensa, Relaciones Exteriores, Sanidad y Absorción, para el Guinness, una situación que no tiene posibilidades de mantenerse, de repente nadie casi habla ni menciona al Hamás, la nueva entrega a éstos de los US$15 millones de dólares en efectivo que Qatar aporta para el pago de los sueldos se ha convertido en una rutina.
El Primer Ministro Netanyahu, no hay nadie mejor que él en el tema marketing, cita a embajadores extranjeros para que in situ vean y transmitan a sus gobiernos la justicia y legitimidad del accionar israelí, anuncia la detección de un segundo túnel cuya ubicación, por razones de seguridad, no señalan.
En paralelo, frente mismo a las excavadoras y al personal militar que trabaja en el límite mismo de la frontera, del otro lado de la misma a solo 5 metros de ellos o menos, decenas de soldados de Hisbollá acompañados por diferentes medios de prensa no descansan de fotografiar cada uno de los movimientos que suceden del otro lado de sus fronteras, nada escapa a sus lentes fotográficos, simplemente hay que verlo para creerlo, es de ciencia ficción.
No existe nadie que ignore que el verdadero peligro desde Líbano proviene del inmenso arsenal que acumula Hisbollá, son no menos de 150 mil cohetes que apuntan hacia Israel, hasta ahora mostraron coherencia operativa, no ignoran el daño que pueden realizar a Israel, pero tampoco ignoran que la respuesta será a todo, con sus mandantes Irán incluidos.
Vivimos en una zona en donde más de una vez de una simple chispa se iniciaron grandes incendios bélicos, nada es descartable, los imponderables son infinitos y los diferentes intereses en juego muchos más, es lo que lleva a Netanyahu a programar un inmediato viaje para entrevistarse con Putin, él es el que domina y controla lo que sucede en Siria, mantener la situación existente, cada uno no interfiere con el otro, Israel cuida sus intereses dentro de Siria atacando el suministro armamentista de Irán a Hisbollá, las buenas relaciones personales es un fuerte punto a favor.
Pero en Oriente Medio nada es definitivo, en minutos todo se modifica.