En Canadá, debido a la guerra del gobierno liberal contra los agricultores, podrían surgir fincas vacías sin cultivos y tiendas de comestibles que carecen de alimentos. La situación es tan grave que hay gente muriendo de hambre en sus casas o en las calles. El primer ministro Justin Trudeau está liderando esta guerra y existe la posibilidad de que cree una hambruna artificial similar a la que se vivió en la Unión Soviética en los años 30. Para lograr esto, se ha comenzado a colocar a los agricultores en una posición de improductividad, empezando por restringir el uso de fertilizantes, considerados una fuente de esos nefastos gases de efecto invernadero.
Eliminar todos los vehículos a gas y cortar la electricidad, el gas natural, el propano y el petróleo en Canadá no haría mucha diferencia en la huella de carbono global, ya que produce menos del 2 por ciento de las emisiones mundiales.
El gobierno de Trudeau ha hecho sufrir a los canadienses en la lucha contra el cambio climático, pero eso no ha impedido que los agricultores sean un objetivo prioritario. En su "Informe de resultados departamentales 2022-2023" publicado en agosto de 2023, Agriculture Canada admitió que quiere reducir el uso de fertilizantes en un 30 por ciento con respecto a los niveles de 2020 para 2030.