En su juicio en ausencia en París, el fiscal nacional de finanzas de Francia pidió una sentencia de prisión suspendida de 18 meses y una multa de 250.000 euros para Isabelle Adjani, estrella de cine francesa. Los cargos presentados contra ella incluyen fraude fiscal agravado y lavado de dinero. Se sospecha que la actriz de 68 años hizo una donación que recibió como préstamo en 2013, estableció una residencia ficticia en Portugal en 2016 y 2017, y también se le acusa de lavar dinero en Estados Unidos en 2014.
La solicitud de posponer el juicio hecha por los abogados defensores de Adjani fue rechazada por el tribunal, ya que consideraron que no era suficientemente seguro que Adjani realmente tuviera la intención de asistir. Los abogados argumentaron que Adjani quería "explicar su posición" al tribunal y que estaba demasiado enferma para abordar un avión desde Estados Unidos y asistir a la audiencia.
"El nombre de Isabel Adjani no tiene mucha importancia al final", subrayó el fiscal maliense. "Su fama no fue un factor adicional ni un obstáculo para el enjuiciamiento". Recordó que, antes que una figura pública, ella es una ciudadana sujeta a deberes. La Fiscalía hizo hincapié en que la residencia principal, la actividad profesional y los centros de actividad de Adjani en 2016 y 2017 estaban en Francia, no en Portugal. Por lo tanto, se le requería pagar el impuesto sobre la renta en Francia, que ascendía a 236. euros.
"Los 2013 millones de euros que recibió en de un empresario senegalés no eran considerados por el fiscal como un préstamo, ya que él afirmó que se trataba de una "donación convincente". La Fiscalía, por su parte, calificó el contrato de préstamo firmado entre ambos como "ficticio", debido a la ausencia de intereses y garantías. Además, destacaron que este contrato permitía a la actriz evadir impuestos de transmisiones patrimoniales por un valor de 1,2 millones de euros."
Por cargos de lavado de dinero, los fiscales solicitaron la condena de Adjani. Transfirió 119 millones de euros de una empresa de Hong Kong a una cuenta bancaria estadounidense "no revelada" y luego los transfirió a la madre de un familiar en Portugal con el objetivo de comprar una propiedad.