En un discurso pronunciado en Pekín, el Secretario General afirmó este miércoles que un alto el fuego "proporcionaría tiempo y espacio suficientes" para hacer realidad dos llamamientos esenciales que hizo a principios de semana: a Hamás, para la liberación inmediata e incondicional de los rehenes retenidos en Gaza, y a Israel, para que permita de inmediato la entrada de ayuda en un enclave sumido en una devastadora crisis humanitaria.
"La región está al borde del precipicio"
El llamamiento se produce un día después de que cientos de personas murieran en la explosión de un hospital Al Ahli de la ciudad de Gaza, que Guterres condenó enérgicamente, subrayando que los hospitales y todo el personal médico están protegidos por el derecho internacional.
Ambas partes se han culpado mutuamente: las autoridades de facto de Gaza acusan al ejército israelí, que a su vez responsabiliza a los cohetes lanzados erróneamente por militantes de la Yihad Islámica hacia Israel.
El Consejo de Seguridad se reúne este miércoles en Nueva York para debatir la crisis, con las tensiones diplomáticas en aumento tras la mortífera explosión en el hospital.
El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, ha llegado a Israel, donde ha sido recibido por el primer ministro, Benjamin Netanyahu.
Biden prometió apoyo a Israel y se declaró "profundamente entristecido e indignado" por la explosión mortal en el hospital de la ciudad de Gaza.
Los camiones que transportan ayuda vital permanecen atascados en el paso fronterizo de Ráfah, entre Gaza y Egipto. En un post publicado el miércoles en la plataforma social X, el director general de la Organización Mundial de la Salud (OMS) lamentó que los suministros de la agencia lleven cuatro días "atascados" en la frontera.
"Cada segundo que esperamos para hacer llegar la ayuda médica, perdemos vidas", afirmó Tedros Adhanom Ghebreyesus.
Los incesantes esfuerzos diplomáticos de altos funcionarios de la ONU en favor del acceso humanitario continúan con el responsable de socorro de la organización, Martin Griffiths, sobre el terreno en El Cairo, donde se le unirá con António Guterres el jueves.
Griffiths escribió en X este miércoles que proporcionar ayuda a la población de Gaza es "una cuestión de vida o muerte".
Hacerlo de manera "sostenida, sin trabas y predecible" es un "imperativo humanitario", añadió.
Los alimentos, el agua, los medicamentos críticos y los suministros sanitarios se están agotando rápidamente en el enclave, donde más de una cuarta parte de la población ha sido desplazada desde el inicio del conflicto.
"Demasiadas vidas, y el destino de toda la región, penden de un hilo"
La OMS declaró este martes que, de los 35 hospitales de la zona, cuatro no funcionan "debido a los graves daños y a los ataques". Sólo ocho de los 22 centros de atención primaria de la Agencia de la ONU para los Refugiados Palestinos (UNRWA) funcionan parcialmente.
Guterres subrayó que se necesita ayuda desesperadamente para responder a las "necesidades más básicas" de la “inmensa mayoría” de la población de Gaza, la cual son mujeres y niños.