Los grandes dioses y episodios épicos de Roma y Grecia están insertos en el firmamento: Júpiter, Saturno, Marte, Mercurio y Venus son dioses y diosas con distintas representaciones que van desde la belleza a la guerra. Constelaciones como Orión, Casiopea, Boyero, Berenice, Pléyades… relatan pasajes de caza, persecución, amor y odio. Hay infinidad de historias escritas en las estrellas, pero era muy difícil superar la imaginación y las aventuradas leyendas que la idiocia contemporánea acaba de incorporar con la aportación de la ministro y vicepresidente del Gobierno de España, Yolanda Díaz.
La Yoli acaba de excretar un “Raticulín”: pensamiento exotérico con elevadas dosis de gilipollez resiliente, climática, sostenible y feminista. En resumen, la ministro anuncia que los más ricos del planeta están preparando cohetes para escapar de la Tierra porque esto se va al carajo. Evidentemente, unas lisérgicas reuniones más de la vicepresidente del Gobierno de España y esto peta, se va al carajo, a la misma mierda o a tomar por culo. Da igual la expresión, ya sea escatológica, eufemística o eufónica. Con estos, estas y estes abandonad toda esperanza. El Averno, Armagedón, Némesis… y, lo peor, Pedro Sánchez y sus protervos inútiles acechan y orbitan sobre nuestro espacio vital con rumbo de colisión catastrófica.
Dice la Yoli que los riquísimos, ubérrimos y “riquérrimos” preparan sus cohetes para salir halando; pero, ¿a dónde coño van? Vamos a ver, establezcamos algunas propuestas cosmológicas, astronómicas y aeroespaciales. Si se van de la Tierra, lo más cercano es la Luna; pero no hay atmósfera y hay que vivir bajo la superficie por las peligrosas radiaciones e impactos de meteoritos.
Otras opciones serían Venus y Marte. Y, mira tú por dónde, tenemos una solución de Igualdad de Género: Venus para ellas, y Marte para ellos. No en vano, el símbolo del macho es Marte, y el de la hembra, Venus. Y me parece muy injusto que para ellas se elija Venus, planeta de dimensiones muy similares a la Tierra, con una presión atmosférica casi cien veces superior a la de la Tierra, una temperatura de 450 grados, lluvia permanente de ácido sulfúrico y eterno aroma a gas sulfhídrico. O sea, presión que aplasta un carro de combate, calor que funde el plomo, acido muy corrosivo y peste a huevos podridos.
Marte, la opción machista, es como la mitad de la Tierra, atmósfera muy tenue, temperaturas extremas (mucho calor de día y mucho frio de noche) y grandes tormentas de arena. En cualquier caso, Marte es un objetivo astronáutico en próximas décadas.
No tengo opción para un destino LGTBI+. Quizá Urano, más por cómo suena que por otros motivos astrofísicos.
Hay que fastidiarse que una semoviente antropomórfica como esta te señale como un terraplanista, negacionista del cambio climático, fascista, machista… y haya meticulosos raticulines que le sigan el juego, validen sus excrecencias intelectuales y, lo peor de todo: es que es ministro del Gobierno de España.
Por menos de esto, unas vecinas que tenían que soportar la chapa que les daba la pelmaza de la mechas, terminaron por llamarle “la chica PP” (la Pirá de la Pelu).