Apenas días después de iniciada la guerra contra Rusia, Starlink, la compañía del multimillonario Elon Musk, llegó a Ucrania. El vice ministro de Transformación Digital ucraniano recurrió a Musk a través de Twitter en ese entonces, solicitando que activara el servicio de internet satelital para beneficiar a su país en la confrontación. Debido a los intensos ataques rusos al sur y este del país, algunas zonas quedaron sin conexión a internet y había escasa información sobre lo que ocurría allí. Los servicios de Starlink se convirtieron en una opción para las zonas remotas o afectadas, gracias a los más de 1.500 satélites activos de Musk en el espacio.
En febrero de 2023, un año después, el magnate tomó la decisión de apagar los servicios de su compañía en Ucrania. Musk explicó que no quería asumir la responsabilidad de iniciar una tercera guerra mundial. Argumentó que la banda ancha satelital podría utilizarse para llevar a cabo ataques de aviones no tripulados de largo alcance en territorio ruso, lo que intensificaría el conflicto. Recientemente, a través de su cuenta de X, publicó una respuesta detallando su decisión. "Las autoridades gubernamentales ucranianas solicitaron activar Starlink hasta Sebastopol con la clara intención de debilitar la flota rusa", escribió. La base de la flota rusa en el mar Negro se encuentra en Sebastopol y allí no hay acceso a internet convencional.
Musk agregó: "Si hubiera aceptado esta solicitud, SpaceX habría sido cómplice explícitamente en un acto bélico mayor y en una escalada del conflicto". Esta declaración fue una respuesta a un extracto publicado de una biografía escrita por Walter Isaacson. El prestigioso periódico The Washington Post compartió un fragmento en el que Isaacson afirmaba que Musk "habló directamente con el embajador ruso en Estados Unidos" quien le advirtió que "un ataque ucraniano en Crimea provocaría una respuesta nuclear por parte de Rusia".
"Las dos partes deberían acordar una tregua", añadió finalmente el fundador de Tesla. "Con las fronteras prácticamente sin moverse, cada día que pasa vemos cómo más jóvenes ucranianos y rusos mueren para ganar y perder pequeñas porciones de territorio. No vale la pena perder sus vidas".