Presentando una queja ante la administración Biden, la Conferencia de Obispos Católicos de los Estados Unidos (USCCB) ha expresado su preocupación por la regla propuesta que limita las subvenciones del Departamento de Salud y Servicios Humanos (HHS) a aquellos que aceptan la ideología transgénero. En nombre de la USCCB, el Consejero General William J. Quinn ha declarado que es ofensivo obligar a los servicios católicos a respaldar una visión de la encarnación humana y la diferencia sexual que va en contra de la enseñanza católica.
La carta del 5 de septiembre afirma que cualquier organización benéfica que cuente con baños separados para hombres y mujeres o vestuarios podría ser obligada a permitir que los hombres utilicen las instalaciones de mujeres y viceversa. Además, se menciona que cualquier organización benéfica puede ser requerida a dirigirse a un empleado o beneficiario utilizando pronombres que no correspondan con su sexo biológico.
Las agencias caritativas católicas, además, ofrecen refugios de emergencia a las víctimas de violencia doméstica
Las agencias caritativas católicas, además, ofrecen refugios de emergencia a las víctimas de violencia doméstica. Algunos de estos refugios están diseñados exclusivamente para mujeres que han sufrido abusos por parte de hombres. Sin embargo, el reciente fallo podría obligarlos a alojar a hombres biológicos que se identifican como mujeres en instalaciones destinadas únicamente a un género. En una carta dirigida a la administración Biden, también se hace hincapié en hechos biológicos fundamentales. "Al igual que cada ser humano tiene necesariamente un cuerpo, los cuerpos humanos, al igual que los de otros mamíferos, se diferencian sexualmente entre machos y hembras", se destaca.
"La sexualidad, tanto en el aspecto físico como en el psicológico y espiritual, define al hombre y a la mujer, dejando su marca en todas sus manifestaciones", según la oficina doctrinal del Vaticano. No se puede reducir a un mero hecho biológico sin importancia, sino que es un componente esencial de la personalidad, una forma de ser, de expresarse, de comunicarse con los demás, de sentir y vivir el amor humano". Además, recalca la enseñanza católica sobre la unión del cuerpo y el alma.
La sexualidad, tanto en el aspecto físico como en el psicológico y espiritual, define al hombre y a la mujer, dejando su marca en todas sus manifestaciones
"De alguna manera, sucede que el alma está en este cuerpo como si pudiera estar en un cuerpo diferente, pero no llega a existir por sí sola", declara. "El cuerpo equivocado nunca puede ser el lugar para un alma, y mucho menos para un alma que pertenece a otro cuerpo". Además, la Iglesia Católica sostiene la creencia de que los jóvenes necesitan ayuda para aceptar sus cuerpos como un regalo de Dios, ya que esto es parte de acoger y aceptar al mundo entero como un don del Padre".
La capacidad de la Iglesia para llevar a cabo su servicio se ve amenazada por el nuevo fallo, el cual impone condiciones inconstitucionales a la participación en programas gubernamentales. Esto resultará en un perjuicio especialmente para los más vulnerables, como las víctimas de violencia doméstica, los refugiados y los recién llegados, los niños, las personas sin hogar, los enfermos y los pobres. Según afirma, "las disposiciones del fallo hablan de libertad religiosa y exenciones de conciencia, pero en realidad están diseñadas de manera que permiten aplicaciones arbitrarias y caprichosas de las protecciones de la libertad religiosa", según declara la carta de los obispos.