"La gobernanza irresponsable e impredecible ha llevado a un deterioro constante de la cohesión social, amenazando con llevar al país al caos", dijo el coronel Ulrich Manfoumbi, líder de la junta de Gabón. Declarado al tomar el poder. El arresto del presidente Bongo fue recibido con indignación Condenaciones de Washington y París, que lo habían apoyado mientras saqueaba la vasta riqueza petrolera de su país. Su derrocamiento representó una reprimenda particularmente aguda al ex presidente Barack Obama, quien preparó al autócrata gabonés como uno de sus aliados más cercanos en el continente, y se apoyó en él para obtener apoyo diplomático mientras libraba una guerra contra Libia que desató el terror y la inestabilidad en toda la región.
Tan estrecho era el vínculo entre Obama y Bongo que Foreign Policy calificó al líder gabonés, "El hombre de Obama en África". Con la ayuda de Obama, Bongo intentó convertirse en un modernizador reformista. Viajó repetidamente a Davos, Suiza, para asistir al Foro Económico Mundial, donde fue nombrado "Contribuyente de la Agenda". Allí, él Prometido para acelerar la Revolución Industrial de Fouth en África mediante la implementación de lucrativos sistemas de identificación y pago digital entre la población altamente empobrecida de su país.
La biografía de Bongo en el sitio web del WEF lo enumera como un "portavoz de África sobre biodiversidad" y "compositor de piezas musicales" cuyos intereses incluyen "historia, fútbol, música clásica, jazz y bossa nova". El autodenominado hombre del renacimiento logró llevarse bien con Obama, Kibitz con Klaus Schwab, y presionar la carne con Bill Gates. Pero en casa, encontró pocos amigos entre las masas gabonesas que luchaban.