¿Es realmente un ojeador?
Esto es lo que se preguntaban los padres de un menor, que acabaron preguntando al club "si era cierto que este hombre que había contactado con su hijo era realmente un ojeador que trabajaba para ellos". Pero no, no tenían conocimiento de quién era esta persona.
Así se inició la investigación
Los Mossos d'Esquadra han explicado en un comunicado que, a raíz de la denuncia del club, abrieron una investigación, y descubrieron que el hombre enseñaba a los menores y a sus familias documentos en los que hacía constar que era masajista, fisioterapeuta, entrenador de fútbol y entrenador personal.
"Lo enseñaba para dar credibilidad a su relato y para conseguir de manera fácil que los padres se creyeran su versión y permitieran que se convirtiera en el entrenador de sus hijos", han continuado.
Finalmente, consiguieron localizar el local donde el detenido llevaba a los menores para agredirlos sexualmente, no pudiendo entrar en el mismo hasta el pasado 23 de agosto, cuando localizaron a un menor en una habitación en la que había varios colchones y centenares de libros sobre masajes o fútbol y ropa y otros objetos.
Con pocos recursos económicos
"En la mayoría de los casos, las víctimas eran de familias con pocos recursos económicos a los que prometía que sus hijos acabarían jugando en clubes prestigiosos", han proseguido, explicando que tienen dudas de que no haya más menores que podrían haber sido víctimas del detenido, que cuenta con al menos cuatro visitas a la cárcel precisamente por delitos de esta índole.