Este viernes, se revelaron parcialmente dos informes de la Agencia Central de Inteligencia (CIA) dirigidos al entonces presidente Richard Nixon (1969-1974) por el Gobierno de EE.UU. Estos informes detallan la situación política de Chile en los albores del golpe militar contra el Gobierno socialista de Salvador Allende (1970-1973). En uno de los documentos, que aún contiene tachaduras, se especifica que el 11 de septiembre de 1973, los golpistas de la armada chilena contaban con el respaldo de la fuerza aérea y la policía nacional.
No es coincidencia que la situación de la armada haya comenzado así. En esa fecha, cuatro destructores estadounidenses navegaban cerca de las costas chilenas como parte de la Operación Unitas y se ha confirmado que tuvieron contacto con los rebeldes. También se menciona que los oficiales militares "están firmemente decididos a restablecer el orden político y económico", aunque también se advierte que en ese momento podrían no tener "un plan coordinado eficazmente" para aprovechar la oposición civil generalizada.
"Los socialistas, izquierdistas extremistas y comunistas están decididos a no comprometerse", se señala en ese sentido. Para Washington, era claro que Salvador Allende y sus seguidores no creían en la posibilidad de un golpe de Estado, y así se lo comunicó la CIA a Nixon: "Están confiando en que la oposición militar y política no pueda tomar medidas para derrocar al gobierno o imponer restricciones. El presidente Allende, por su parte, todavía espera que la negociación evite una crisis", dice un fragmento del cable, refiriéndose a la idea de encontrar una solución política a la crisis, opción que Allende consideró desde principios de septiembre de 1973.
El 8 de septiembre de 1973, Nixon fue informado detalladamente sobre la situación política en Chile. Según se indica sin ambigüedades, la CIA había recibido numerosos informes que señalaban la posibilidad de un intento de golpe militar en un futuro cercano. Además, se destaca que los conspiradores de la armada ahora cuentan con el respaldo de la fuerza aérea y el ejército (Fuente: otro informe).
Se cuenta que hace unos días, el presidente Allende expresó su creencia de que las fuerzas armadas podrían pedir su renuncia si no cambiaba sus políticas económicas y su actuación política. Sin embargo, en lugar de un levantamiento militar, el mandatario planteó la posibilidad de una "confrontación armada" entre sus seguidores y los militares. Según el texto, Allende mencionó que sus seguidores carecen de suficientes armas para prevalecer en tales circunstancias y que no sería conveniente intentar distribuir más armas en este momento, ya que los militares no lo permitirían. En conclusión, afirmó que solo es posible encontrar una solución política.