Después de una erupción en el cercano Monte Etna, las autoridades locales informaron que los vuelos hacia la ciudad siciliana oriental de Catania se han detenido. Esta situación ha generado nuevos problemas de viaje en el aeropuerto italiano, que ya estaba plagado de crisis. Durante la noche del domingo, el volcán de 3.330 metros de altura entró en acción, lanzando lava y cenizas sobre la isla mediterránea. Aunque el flujo de lava disminuyó antes del amanecer, todavía se observaba la emisión de cenizas desde uno de los cráteres.
Hasta las 6 de la mañana del martes, los vuelos hacia y desde Catania, un destino turístico muy popular, permanecerán suspendidos, según informó el operador del aeropuerto en un comunicado. Las esperanzas de que los vuelos pudieran reanudarse el lunes por la noche fueron frustradas. Se recomendó a los pasajeros que consultaran con las aerolíneas antes de dirigirse al aeropuerto el martes.
El lunes, los vuelos entrantes fueron desviados a otros aeropuertos de Sicilia. En el pico de la temporada de vacaciones de verano en Italia, las cancelaciones están ocurriendo mientras que el martes es un día festivo. Por 48 horas, el alcalde de Catania, Enrico Trantino, ha prohibido el uso de motocicletas y bicicletas en la ciudad debido a que muchas calles están cubiertas de cenizas. Además, ha ordenado a los automóviles que no conduzcan a más de 30 kph (19 mph). Las carreteras pueden volverse resbaladizas rápidamente debido a la ceniza, lo cual aumenta el riesgo de accidentes.
Un mes después de que un incendio en un edificio terminal provocara semanas de interrupciones para los pasajeros, se registraron las últimas cancelaciones en el aeropuerto de Catania, el cual atrae a más llegadas que la capital de la isla, Palermo.
Hace una semana tuvo lugar la erupción, en la cual el Etna liberó anillos de gas. Este fenómeno sumamente inusual ocurre cuando las burbujas de gas son impulsadas a través de un estrecho eje dentro del volcán, lo que resulta en un movimiento rotatorio de los bordes del chorro de gas, dándole forma de anillo. Estos anillos son lanzados varios cientos de metros hacia el aire.
En los últimos 500.000 años, el volcán activo más alto de Europa ha entrado en erupción con frecuencia. La última gran erupción del Etna fue en 1992.