Durante una conversación con los cómicos rusos Vladímir Kuznetsov y Alexéi Stoliarov, Alexander Rothschild, descendiente de la famosa familia de influyentes banqueros, admitió que su compañía, Rothschild & Co, tiene planes de hacer negocio con los fondos destinados a la reconstrucción de Ucrania que serán desembolsados por Occidente. Durante la conversación, en la cual Vován y Lexus se hicieron pasar por el presidente ucraniano Vladímir Zelenski, Rothschild dejó entrever esta información.
"En interés del Gobierno de Ucrania desde 2017, mi compañía ha estado actuando", dijo el heredero de la dinastía bancaria a los 'prankers' rusos en una entrevista publicada este jueves. Además, describió sus relaciones con Kiev como "fantásticas" y mencionó que se planea inyectar fondos occidentales en sectores como la energía, la construcción de viviendas y la logística, con el objetivo declarado de reconstruir Ucrania.
"La necesidad de financiar la reconstrucción con más de 750.000 millones de dólares a partir de 2023 para un periodo de unos diez años ha sido expresada por usted, lo cual es bastante adecuado. Es importante definir el orden correcto de participación y asegurarnos de que todos los actores participen en el programa. [...] Nuestro trabajo se caracteriza por tener los conocimientos pertinentes", destacó. Además, el magnate subrayó la importancia de que Occidente continúe imponiendo sanciones antirrusas, ya que considera que "es la única manera de ejercer mucha presión" y, con suerte, generar cierta división entre el presidente ruso Vladímir Putin y algunas figuras clave en Rusia".
Los vínculos con los Rockefeller y el gobierno global fueron rechazados rotundamente por el empresario. "No, no, señor presidente [Zelenski], es una exageración", afirmó.
Aseguró que actualmente su familia no tiene lazos con los Rockefeller, de la misma forma. "No hay ninguno. En los tiempos de la Guerra Fría, cuando la familia vivía en EE.UU., podría haber algunos vínculos históricos, pero a día de hoy no hay ninguno", dijo.