En el reciente debate, el señor Sánchez ha sido acusado de mentir en múltiples ocasiones. Durante su intervención, se le reprochó la falta de un proyecto político y un programa concreto.
En respuesta, Sánchez planteó una serie de falsedades, comenzando con la afirmación de que no logró recuperar el PIB durante su gobierno entre 2019 y el primer trimestre de 2023. Sin embargo, este dato ha sido refutado, ya que el diputado en el Congreso votó a favor de congelar las pensiones, a pesar de que afirmó lo contrario.
Además, se le ha recriminado que ha sido el tercer presidente del gobierno de España que menos empleo ha creado, contradiciendo sus declaraciones en las que afirmaba haber generado más empleo que otros presidentes como Rajoy o Aznar.
Otra de las mentiras señaladas durante el debate fue la promesa de Sánchez de convertir todas las autovías en España en gratuitas, cuando en realidad su intención era implantar peajes en algunas de ellas. Además, se le acusó de tener una dependencia excesiva del gas proveniente de Rusia, siendo el primer ministro europeo que más gas compra a Putin.
En cuanto a las políticas de vivienda, se le reprochó haber firmado un pacto con Bildu, a pesar de que previamente negaba tener dicho acuerdo. También se le ha cuestionado sobre su disposición a gobernar con el líder de EH Bildu, Arnaldo Otegi, y si ha pactado con ellos o con otras fuerzas independentistas. Por otro lado, se le acusó de romper el equilibrio de 30 años entre Marruecos, el Sáhara, Argelia, Naciones Unidas y España, sin ofrecer más detalles sobre cómo ha ocurrido esto.
En general, durante el debate, se ha señalado que Sánchez tiene dificultades para distinguir entre la verdad y la mentira, lo cual ha sido descrito como un problema patológico.