¿Qué está pasando con 'Sálvame'? El anuncio de su final le reporta los mejores datos de audiencia del año

Ni que decir tiene que 'Sálvame' no estaba muerto. Un programa capaz de reinventarse durante 14 años y que ha hecho historia en la televisión española se va a ir como correspondía: en lo alto de la ola, liderando y con récord anual. ¿O no?

La cadena, que no 'Sálvame', lleva inmersa en una crisis de audiencia desde hace casi dos años. Unos pocos culpan a Rocío Carrasco, pero la evidencia y los datos matan a la realidad que nos quieren hacer ver. Ni La Fábrica de la Tele ni la hija de Rocío Jurado, que hizo historia en la televisión española con su docuserie, han tenido nada que ver con los ínfimos datos de los concursos diarios de Telecinco, ni los vergonzosos datos de share que hacen cada día sus informativos, ni el intento desesperado de Ana Rosa Quintana a diario por romper el liderato de laSexta y su acertado 'Aruser@s', ni por supuesto esos realities venidos a menos que, a excepción de 'Supervivientes', han pasado sin pena ni gloria por la programación.

Aún queda algo más de un mes para el adiós a 'Sálvame', que coincidirá con el aniversario de la muerte de Mila Ximénez, uno de sus pilares, pero hay que reconocer que el programa no ha hecho más que coger impulso desde esta inesperada noticia y este miércoles lideró con un 15,1% de share, la mejor cuota de la edición Naranja de lo que llevamos de 2023.

Y es que al programa de La Fábrica de la Tele le han salido unas cuantas tentaciones, que podrían acabar con el traspaso del programa líder de las tardes a otra cadena. No obstante, cabe recordar que Mediaset participa en la productora, por lo que vaticinamos que estas no llegarán a buen puerto puesto que el grupo de comunicación ha decidido asestarle el golpe definitivo para que no resurja lejos de sus faldas. Es decir, ni contigo pero mucho menos sin ti, y es que por lo que nos ha llegado, obligarán -o eso quieren- a Jorge Javier Vázquez a aunarse al nuevo programa de Ana Rosa para facilitar la transición, es decir, amansar las aguas para que el respetable -el público-, no huya en masa como hace cada tarde cuando acaba 'Sálvame', y se quede en el nada esperado programa de la -no tan- reina de las mañanas.