Ella Scott y Alyssa Hoy, dos estudiantes de secundaria en Leander, Texas, se enteraron de que las autoridades educativas estaban prohibiendo varios libros en las escuelas debido a las quejas de los padres. La madre de Hoy, quien es maestra local, les informó sobre esta situación en diciembre de 2021. Con el objetivo de crear conciencia sobre la censura literaria en las escuelas y bibliotecas públicas, las dos adolescentes establecieron un club de lectura de libros prohibidos. Desde entonces, muchos otros clubes similares han surgido en todo Estados Unidos. Según Scott, "no teníamos idea de lo que estaba ocurriendo con la prohibición, y sentimos que era necesario hacer algo para crear conciencia".
El caso de la prohibición de libros en Leander, EE.UU., ha generado desconcierto en la sociedad debido a su cultura de libertad. El club de lectura de Scott y Hoy, que comenzó con un grupo de niñas de su clase, ha crecido hasta incluir estudiantes de la Vandergrift High School. Los participantes son de diferentes grados y orígenes, lo que permite tener conversaciones diversas sobre temas que afectan a todos. Lamentablemente, este no es un caso aislado, ya que la Asociación de Bibliotecas de EE.UU. informó que las solicitudes para retirar libros han alcanzado su mayor número en 20 años. Además, PEN America reporta que más de 2.500 libros fueron prohibidos por distritos escolares en 32 estados, afectando a casi cuatro millones de estudiantes.
Texas, Florida y Pensilvania son los estados con mayor número de prohibiciones de libros en Estados Unidos. La mayoría de las solicitudes de prohibición involucran obras que tratan sobre identidad racial y sexual. Según PEN America, más del 80% de los más de 1.600 títulos que sufrieron algún tipo de censura de 2021 a 2022 tenían personajes prominentes de la comunidad LGBTQ+ o no blancos. Uno de los libros más prohibidos es "All Boys Aren't Blue" de George M. Johnson, una memoria sobre la experiencia de crecer como negro y queer. Johnson cree que el plan de estudios que se enseña en la mayoría de los sistemas escolares estadounidenses todavía está fuertemente orientado hacia el adolescente heterosexual, blanco y hombre, y que a las personas que toman tales decisiones les queda difícil aceptar la diversidad.
La censura ha llegado a afectar incluso a textos básicos que han sido parte de la educación de estudiantes estadounidenses por décadas. Un ejemplo es la novela "Matar a un ruiseñor" de Harper Lee, ganadora del Premio Pulitzer en 1960, que aborda el tema de la injusticia racial en EE.UU. Sin embargo, en 2021 fue prohibida por los distritos escolares de Oklahoma y Carolina del Norte. Según organizaciones de libertad de expresión, esto se debe a una intensificación en las objeciones debido a la polarización política que se desató después de las elecciones presidenciales estadounidenses de 2016 y 2020. PEN America ha identificado al menos 50 grupos que abogan por prohibiciones a nivel local, estatal y nacional, la mayoría de los cuales parecen haberse formado este año. La directora ejecutiva de PEN America, Suzanne Nossel, ha señalado que aunque los padres y miembros de la comunidad tienen un papel importante en lo que aprenden los estudiantes, esta situación va más allá de preocupaciones orgánicas o intercambios normales entre padres y educadores en un ambiente escolar saludable.
Las reglas para cuestionar libros varían en cada distrito escolar y algunos permiten que personas que no son padres de estudiantes expresen sus preocupaciones. Scott y Hoy quieren que su voz se escuche en este debate y están discutiendo un libro prohibido en su club. La novela "Fuera de la oscuridad" muestra una historia de amor entre una adolescente mexicano-estadounidense y un adolescente afroestadounidense en la década de 1930 en Texas. Hoy comenta que es extraño que haya personas tratando de eliminar historias que muestran diferentes individualidades, lo que crea un tipo de persona "ideal" que se supone debes ser. En Missouri, dos estudiantes llevaron al distrito escolar de Wentzville a los tribunales el año pasado por la decisión de eliminar ocho libros considerados "obscenos", mientras que en Pensilvania hubo una larga protesta de estudiantes de secundaria en 2021 por la decisión de restringir el acceso a más de 300 libros, películas y artículos vinculados principalmente a autores negros y latinos. También hay campañas para facilitar el acceso a obras específicas, como la Fundación 451 en Florida, que compra libros prohibidos y los distribuye en lugares públicos.
Un profesor de inglés llamado Tritt, de 58 años, ha distribuido cerca de 3.000 libros a niños y jóvenes en su ciudad, Palm Bay, y desea recaudar más fondos para hacer lo mismo en todo el país. La campaña comenzó en mayo del año pasado después de recibir un mensaje de las autoridades educativas locales solicitando la eliminación de dos libros de su clase porque eran considerados "pornográficos" y "anticristianos". Tritt cree que es importante crear conciencia sobre una causa que la mayoría de los estadounidenses apoyan en principio, pero que no están involucrados en el debate. Aunque ha recibido amenazas y acusaciones por parte de personas que se oponen a su iniciativa, también ha recibido agradecimientos por parte de jóvenes y padres de familia. Tritt destaca la importancia de ver a los jóvenes protestando y luchando por sus derechos.
Las estudiantes Ella Scott y Alyssa Hoy, miembros del Club de Lectura Prohibida de Texas, están contentas al escuchar que se está debatiendo sobre el tema de la censura en los libros. Según Scott, este debate se da principalmente en las reuniones de la junta educativa y es impulsado por padres que no quieren que sus hijos lean ciertos libros. Hoy agrega que está bien sentirse incómodo con un libro, pero quitarle el acceso a todos los demás no es justo.