Sémper se pregunta quién va a asumir alguna responsabilidad, dar la cara con alguna dimisión o a quién va a cesar el jefe del Ejecutivo por lo sucedido, “más allá de la petición, con la boca pequeña, de perdón” del presidente del Gobierno.
Censura que un Ejecutivo que se autodenomina feminista esté provocando con esta norma la “revictimización” de miles de mujeres víctimas de agresiones sexuales y asegura que, tras la política de la “pancarta, el grito y la soflama” de quienes nos gobiernan, solo hay “humo”.
Lamenta que por la “oceánica” soberbia del Gobierno se hayan perdido siete meses, desoyendo las continuas advertencias del Partido Popular, quien incluso en el mes de diciembre presentó un texto alternativo para resolver este asunto.
Advierte de que, pese a que la modificación de la norma no va a permitir cambiar el “drama” que supone que en torno a 4.000 agresores sexuales y pederastas vean reducidas sus condenas, sí se evitará que los que sean juzgados a partir de la entrada en vigor de la reforma no se vean beneficiados por la reducción de penas.
Sánchez, el 'mago'
Por otro lado, considera que Sánchez ha actuado como “un mago que va sacando conejos de la chistera” con su nuevo anuncio sobre las viviendas de la Sareb. “Este asunto aporta humo a un debate que es muy profundo y complejo”, remarca.
Recuerda que, pese a que el Gobierno aprobó en 2018 un Plan Estatal de Vivienda, que contemplaba la construcción de decenas de miles de viviendas, no se ha hecho nada.
“¿Qué ha hecho el Ejecutivo durante estos cinco años por la vivienda protegida en España? La respuesta es 0. Por tanto, la credibilidad que tiene este Gobierno en descomposición en esta recta de salida es también 0”.
Pide al Gobierno 'sensatez y rigor'
Pide al Gobierno de Sánchez “sensatez y rigor” y que deje de insultar a la oposición y de enfrentarse entre ellos. “Este país no está condenado a tener representantes políticos que se dediquen a esparcir porquería. Merecemos tener un buen gobierno y políticos sensatos”, asevera.
Censura que el Gobierno tripartito de Sánchez se mire constantemente al ombligo y se dedique a hablar de sí mismo y de sus problemas, y a insultar a todo el mundo. “¿Esto es edificante?, ¿es el Gobierno que nos merecemos? Nosotros creemos que no”, concluye.