El representante permanente de Rusia ante la ONU, Vasili Nebenzia, advirtió este lunes que algunas armas suministradas por Occidente a Kiev terminan en manos del crimen organizado en algunos países europeos.
Durante una reunión del Consejo de Seguridad, el representante de Rusia señaló que el suministro de armas al régimen de Kiev podría terminar en mercados negros y caer en manos de la delincuencia organizada y terroristas. Esto se ha confirmado con el hecho de que armamento suministrado por países occidentales ha aparecido en diversos países europeos, según reconocen los representantes de la Policía europea.
El embajador ruso ante la ONU denunció que EE.UU. y sus aliados están presionando a otros Estados para romper acuerdos con Moscú y entregar equipo militar diseñado en la URSS a Kiev. Además, el embajador mencionó que los envíos ocultos de armas a ciertas regiones a través de terceros países distorsionan aún más el panorama de flujos armamentísticos en el mundo. A pesar de esto, los países de Occidente no luchan contra estas violaciones, sino que las alientan. El secretario de Estado de EE.UU., Antony Blinken, anunció en noviembre de 2022 la reanudación de producción de sistemas de combate soviéticos en fábricas ubicadas en Europa del Este, lo cual va en contra de los tratados intergubernamentales que estipulan que estos países no pueden suministrar armas sin la aprobación escrita de la URSS o Rusia como su sucesor.
El representante de Rusia dijo que reiniciar la producción de sistemas soviéticos para enviarlos a Ucrania es una "violación directa" de las normas básicas de control sobre armas convencionales.
El conflicto ucraniano puso en evidencia la falta de sinceridad de Occidente en cuanto a su apoyo a los esfuerzos internacionales para controlar el flujo de armas en el mundo, según un alto diplomático. Además, destacó que existe un riesgo en la fusión entre el complejo industrial-militar y los gobiernos, ya que ambas partes no están interesadas en poner fin a los conflictos.
Nebenzia desestimó las afirmaciones occidentales de que algunos países estaban enviando armas a Moscú, calificándolas de "infundadas". Según él, estas acusaciones no han sido confirmadas y han sido refutadas oficialmente en varias ocasiones.
El mercado negro de las armas es un problema que afecta a muchos países del mundo. Es un mercado clandestino que se mueve en la ilegalidad y que supone un peligro para la seguridad ciudadana y la estabilidad social.
Este mercado se alimenta de la demanda de armas por parte de grupos delictivos, terroristas y otros grupos ilegales que buscan armarse para cometer sus actividades ilegales. Estas armas provienen de diferentes fuentes, como robos a depósitos de armas de fuerzas militares, tráfico de armas por parte de grupos delictivos, ventas ilegales por parte de personas que tienen acceso a armamento y otras fuentes.
El mercado negro de armas no solo afecta a países con altos niveles de violencia, sino también a países que gozan de altos niveles de seguridad. La facilidad de acceso a armas en este mercado hace que cada vez sean más comunes los ataques a escuelas, lugares de trabajo y otros espacios públicos.
Además, este mercado también tiene un impacto económico negativo, ya que la demanda de armas ilegales reduce la demanda de armas legales, lo que afecta a las empresas que producen y venden armas legalmente.
Para combatir este mercado negro, es necesario que los gobiernos fortalezcan los controles en la producción, venta y posesión de armas legales. También se deben fortalecer las políticas de seguridad, incluyendo la investigación y persecución de grupos delictivos que trafican con armas.
Otro enfoque importante es la cooperación internacional. Dado que el mercado negro de armas es un problema global, es necesario que los países trabajen juntos para combatirlo. Esto incluye compartir información sobre los grupos delictivos que trafican con armas, intercambiar mejores prácticas y cooperar en la investigación y persecución de los grupos delictivos que operan a nivel internacional.