Clearview, una compañía de reconocimiento facial, ha construido una base de datos enorme con inteligencia artificial, que contiene miles de millones de imágenes recolectadas de redes sociales sin la autorización de los usuarios.
En una entrevista con la BBC a finales de marzo, el director ejecutivo de Clearview AI, Hoan Ton-That, afirmó que su compañía había recopilado 30 mil millones de fotos sin el conocimiento de los usuarios a lo largo de los años. Estas fotos fueron obtenidas principalmente de plataformas de redes sociales como Facebook. Ton-That también mencionó que las agencias de aplicación de la ley en Estados Unidos utilizan esta base de datos para identificar a los delincuentes.
Ton-That negó las acusaciones de que las fotos fueron recolectadas de manera ilegal. En una declaración enviada por correo electrónico a Business Insider, afirmó que la base de datos de Clearview AI fue recolectada legalmente y es similar a cualquier otro motor de búsqueda público, como Google.
Clearview AI ha sido objeto de críticas por parte de defensores de la privacidad y empresas de redes sociales.
Según lo informado por Insider, Ton-That afirmó que la base de datos no está disponible para el público en general y solo es utilizada por las fuerzas del orden. También mencionó que el software ha sido utilizado más de un millón de veces por la policía.
De acuerdo con los críticos, el empleo de Clearview AI por parte de las autoridades policiales implica que todas las personas están bajo una constante vigilancia policial.
Los senadores Jeff Merkley y Bernie Sanders han intentado bloquear el uso de la base de datos impulsada por IA en los EE. UU. debido a preocupaciones sobre la privacidad. Para ello, presentaron un proyecto de ley que exige que empresas como Clearview obtengan el consentimiento antes de extraer datos biométricos.
La Unión Estadounidense de Libertades Civiles presentó una demanda contra Clearview AI en el 2020, describiéndolo como un "escenario de pesadilla" para la privacidad. La ACLU logró prohibir la venta de los productos de Clearview AI a empresas privadas, pero no a la policía.
Según un experto, Clearview AI representa una gran amenaza para las libertades civiles. Para evitar que esta empresa recopile fotos de las redes sociales, la opción más sencilla es no tener una cuenta en estas plataformas. Si decides mantener tu presencia en ellas, es importante asegurarte de que las imágenes que compartes no sean públicas en la web.
El reconocimiento facial es una tecnología que utiliza algoritmos de aprendizaje automático para identificar, verificar o autenticar la identidad de una persona a través de su rostro. Los programas de reconocimiento facial se utilizan en diversas aplicaciones, como la seguridad, el comercio electrónico, la publicidad, el entretenimiento y la atención médica.
Los programas de reconocimiento facial utilizan una serie de técnicas para identificar y medir características faciales únicas de una persona, como la distancia entre los ojos, la forma de la nariz, la boca y los oídos, y las líneas de la mandíbula y la frente. Estas características se conocen como puntos de referencia faciales y se utilizan para crear una plantilla de reconocimiento facial única para cada persona.
Una vez que se ha creado la plantilla de reconocimiento facial, los programas de reconocimiento facial la utilizan para compararla con otras imágenes faciales en una base de datos y determinar si hay una coincidencia. Si se encuentra una coincidencia, el programa de reconocimiento facial puede identificar a la persona y proporcionar información adicional, como su nombre, dirección y antecedentes.
Aunque los programas de reconocimiento facial pueden ser muy útiles en ciertas situaciones, también plantean preocupaciones de privacidad y seguridad. Una de las preocupaciones más comunes es el uso no autorizado de imágenes faciales para el seguimiento y la vigilancia de individuos sin su consentimiento. Además, existe la preocupación de que los programas de reconocimiento facial puedan ser inexactos y dar lugar a falsos positivos o falsos negativos.
En respuesta a estas preocupaciones, algunos gobiernos han establecido regulaciones y directrices para el uso de programas de reconocimiento facial. Por ejemplo, la Unión Europea ha establecido el Reglamento General de Protección de Datos (RGPD), que establece normas para la recopilación, el procesamiento y el almacenamiento de datos personales, incluidas las imágenes faciales. Además, algunas empresas y organizaciones han adoptado políticas internas para garantizar que el uso de programas de reconocimiento facial se limite a situaciones en las que es necesario y se protejan adecuadamente los datos personales.