OPINIÓN

Los 5000 voluntarios

Joaquín_ABAD | Domingo 09 de julio de 2017
Aunque el presidente Mariano Rajoy nos quiera convencer de que en Cataluña no llegarán a la secesión que llevan anunciándonos varios años, sin que el inquilino de la Moncloa tomara alguna medida para poner el freno, al final tendremos guerra. Por supuesto. Una guerra moderna, no una civil como en el 36, donde los bandos se mataban a plena luz del día.

Esta vez los dirigentes catalanes, los comunistas y los ocupas, han ido adoctrinando, en secreto, a todo un ejército de voluntarios, dispuestos a hacer su guerra. Y distribuidos en todo el territorio catalán se han dedicado, durante todos estos años, a formar una tela informativa y ejecutiva, en el más estricto secreto.

De esta manera, los dirigentes secesionistas tienen datos de toda la población y sus inclinaciones políticas. Saben qué familias votan independencia y república y qué empresarios están en contra. Tienen completísimas bases de datos de toda la población civil, militar, de funcionarios afines y funcionarios molestos. Saben con qué jueces cuentan y a cuales hay que neutralizar en su momento.

Y todos esos datos están organizados para que los cinco mil voluntarios, dispuestos a todo, comiencen a actuar a partir de que en Cataluña se declare de la república independiente del Estado Español. Porque eso es lo que pasará antes de que finalice el año ya que nuestros políticos constitucionalistas no se han enterado de que en el noreste de España se ha preparado a un ejército secreto y vocacional. Nada de mercenarios pagados. Nada de profesionales. Todos separatistas convencidos y dispuestos a todo si se les pidiera en un momento dado.

Porque en el siglo XXI no valen las guerras convencionales para lograr la independencia de un territorio. Hay métodos más sofisticados y en esta Europa de intereses contrapuestos, siempre habrá algún gobierno que, en aras de la pulcritud democrática y la libertad de pensamiento, de reconocimiento de autoridad al gobierno republicano catalán que está por hacerse con el poder.

Las autoridades catalanas han sido tan constantes en sus proclamas secesionistas porque tenían información privilegiada que quizá no le llegaba a la Vicepresidenta, porque había interés en que no se desvelara la operación. Y no hay que ser muy ingenuo de creer que todo se ha montado sin que se filtrara a los servicios de inteligencia. Porque dado el elevado número de musulmanes que viven en la región, son muchas las antenas permanentes que informan constantemente a diferentes gobiernos de la situación catalana.

Pues sí. Por ahora parece que en Cataluña reina la paz que sólo se vulnera en opiniones desafortunadas que sólo alimentan el desatino de nuestros gobernantes de Madrid. Pero esa paz puede verse alterada a finales de este año, cuando el ejército de voluntarios secreto marche a las barricadas. Y está claro que el Estado no enviará a ningún ejército porque no se lo permitirán.



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