Ha sido lamentable ver cómo desde la institución se ha mandado a un “observador” para saber qué y cómo ha transcurrido la rueda de prensa. Podrían haber acudido los máximos responsables de la institución a dar todas las explicaciones que hubiesen hecho falta, pero claro está, no lo han hecho. Decía Ayn Rand, con toda la razón, que “se puede ignorar la realidad, pero no se puede ignorar las consecuencias de ignorar la realidad”. Y hoy se ha podido comprobar en la rueda de prensa.
Ahora van a haber elecciones, y “TODOS” los aspirantes se van a llenar la boca de que ellos se presentan para “escuchar” y “defender” al “pueblo soberano”, que es el que en definitiva les van a nombrar para que los represente, o no. La pregunta que TODOS los que formamos parte de dicho “pueblo soberano” nos tendríamos que hacer es si eso va a ser verdad, lo de “escuchar y defender” al “pueblo soberano”, porque hasta ahora la cruda realidad se empecina en demostrarnos que no ha sido así. ¿Por qué se han de formar plataformas cada vez que los que mandan toman una decisión que afecta a tanta y tanta gente?¿Por qué antes de tomar decisiones que afectan a tanta y tanta gente no se dedican a presentarlas como es debido al “pueblo soberano”, es decir con toda la información, y no con poca o nula información, o directamente con desinformación, y se le escucha para saber si están de acuerdo, o no? Lo hemos visto en ese baldío intento de encajar al país, sea como sea, y al precio que sea, en la UE, recuerden cuando mi entrañable Antonio proclamaba a los cuatro vientos que la UE nos iba a respetar todas “nuestras especifidades”, naranjas de la China tal y como cuatro años después estamos comprobando que eso no va a ser así. (Incluso desde el sector bancario se están mostrando reticencias a que la UE haya puesto como condición sine qua non el realizar una auditoría comme il faut a todas las entidades bancarias del país como paso previo a que tengan acceso a la liquidez del Banco Central de Europa. Si las entidades bancarias que quedan son TODAS ellas el mayor y mejor ejemplo de lo que tiene que ser un banco, NO como aquel que se hizo desaparecer en un plis plas, el próximo 10 de marzo hará ya ocho años, y ahí siguen intentando sacar algo de dónde ya está visto y comprobado que no hay absolutamente nada de nada, entonces no acabo de entender las reticencias a ser auditados comme il faut). Hasta dónde están convencidos de que si se hace un referéndum sobre la entrada del país en la UE el resultado saldría negativo para que el actual Cap de Govern, en funciones, haya anunciado hace apenas unos días que va a hacer un estudio para evaluar las consecuencias de un ¡¡NO!! a la UE…
Se ha visto recientemente con lo del laboratorio de Grifols en el pueblo de Ordino. Un pueblo, Ordino, que cada día que pasa es más bipolar porque no se puede ser “reserva de la biosfera” y a la vez albergar un laboratorio de no se sabe qué características. (Al “pueblo soberano” se le ha dado una serie de versiones muy distintas desde el poder, y se quedan tan anchos).
Ante las próximas elecciones entiendo que el “pueblo soberano” se debería preguntar, y contestar, tres cosas fundamentales: ¿de dónde venimos?, ¿dónde estamos?, y ¿hacia dónde queremos ir?
Andorra hasta no hace tanto era la envidia del resto de países del mundo mundial. (De ahí veníamos). Andorra hasta no hace tanto se ha convertido en país sin orden ni concierto, es fácil, muy fácil, saber quiénes han sido los culpables de que se haya llegado a esta situación, en la que el GRAN CAPITAL ha puesto una “cruz y raya” que va a costar años, puede que décadas, quitarse de encima. (Si Ferrovial, por ejemplo, y no será la última gran empresa que lo haga, se va de España a la otrora Holanda es porque en los Países Bajos hay un “marco jurídico estable”. El día que Andorra vuelva a tener un “marco jurídico estable”, puede que el GRAN CAPITAL se empiece a plantear el recordar que hubo una vez un país llamado Andorra que lo tenía). (Dónde estamos). Y si sobre estas dos primeras cuestiones, poco o nada se puede hacer ya, en lo que ¡¡SÍ!! que se puede incidir, y mucho, pero habría que ponerse ya mismo, es en el (hacia dónde queremos ir).
“Pero si se sigue sin escuchar, ni defender” al “pueblo soberano”, si se sigue gobernando de espaldas al “pueblo soberano”, aquello de "todo por el pueblo, para el pueblo, pero sin el pueblo", lo cierto es que no se va a ir a ninguna parte, porque no hay ningún viento favorable para quién, o quiénes, no saben a qué puerto se encaminan.
Intenten ser felices, mientras se lo permitan las autoridades incompetentes.