Y resultó ser muy cierto hasta el punto de que el partido corrupto casi desapareció cambiando de siglas, después de que muchos de sus dirigentes dieran con sus huesos en la cárcel, no así Jordi Pujol, jefe de la mafia, que se salvó amenazando con agitar el árbol de las cerezas… Apuntaba a Juan Carlos de Borbón, entonces rey de España.
Y como la otra noche le escuché a un afamado y prestigioso economista, Santiago Niño Becerra, que el problema de Ferrovial era de un cinco por ciento, cuando esta empresa se adjudica obra pública de miles de millones, me imagino que corresponde una comisión de cincuenta millones por cada mil.
¿Será que las grandes empresas, como un día denunció Maragall, deben repartir una comisión del cinco por ciento de lo que facturan al Estado? ¿A quién? ¿A los sindicatos?, ¿a miembros del gobierno de turno? Alguien me indica que empezó en la época de Felipe González cuando se construyó la primera línea del ave Madrid-Sevilla, como en su día publicó ABC: «La juez de Madrid que investiga la presunta financiación ilegal del PSOE a través de las comisiones del AVE tiene previsto desplazarse el próximo día 15 a Francia, junto con la fiscal Anticorrupción y varias defensas y acusaciones del procedimiento, para interrogar a un miembro de la multinacional Alstom, Bernard Lebrun. En 1989 Alstom resultó adjudicataria de un contrato para el suministro de 24 locomotoras por valor de 51.408 millones de pesetas. La Justicia investiga si pagó cerca de 500 millones en comisiones». Con anterioridad, ya se habían investigado comisiones pagadas por la alemana Siemens AG.
Ya me gustaría que alguna de las grandes empresas saliera del armario y lo confesara. No lo harán. Parece que Ferrovial, en Países Bajos, se ahorrará ese cinco por ciento. ¿Será verdad?
Y sobre Ferrovial, conviene recordar que, en 1986, el Partido Reformista fundado por Antonio Garrigues y Carlos Bustelo, con Florentino Pérez de secretario general, se presenta a las elecciones generales. Pacta con Convergencia Democrática, de Jordi Pujol, la cesión de Miguel Roca como candidato. El director de Comunicación era Pablo Sebastián.
El dinero lo puso Rafael del Pino Moreno, padre del actual presidente de Ferrovial, y familia de Leopoldo Calvo Sotelo. Se gastaron cinco millones de pesetas. Y sacaron cero diputados. La Generalitat, después, le compensó con obras que cubrieran esa inversión política, como fue la autpista Tarrasa-Manresa. (Fuente El Clan, de Raúl Heras)