El sueño de Sáenz de Santamaría de ser Presidenta, despierta la desconfianza del dirigente gallego
Miércoles 20 de mayo de 2015
Ha ejercido como presidenta del Gobierno en la sombra desde que llegó a La Moncloa a finales de 2011. Soraya Sáenz de Santamaría ha acumulado tanto poder y hecho un uso tan férreo del mismo, que el presidente Mariano Rajoy ha terminado por desconfiar de su principal colaboradora tras los últimos acontecimientos políticos donde se sospecha que estaba la larga mano vicepresidencial
Sáenz de Santamaría controla la Administración del Estado, su aparato de comunicación y el CNI, principal servicio secreto. Resortes imprescindibles para tratar de modelar a su gusto la dirección del país. De ahí que los analistas políticos hayan achacado a la Vicepresidenta en estos casi cuatro años la mayoría de las operaciones de la política gubernamental, incluida la caída en desgracia de potenciales candidatos a disputar a Rajoy la Presidencia desde las propias filas del PP. Hay el repentino ocaso de Gallardón.
Dirigentes populares comentan en privado que la vicepresidenta justificaba sus operaciones bajo el argumento de “blindar” a Rajoy, pero el desconfiado registrador de la propiedad gallego ha terminado por dudar si en el fondo Sáenz de Santamaría estaba allanando su propio camino para convertirse en la primera mujer Presidenta.
Ministros, presidentes autonómicos y alcaldes reconocen que cuando le plantean al Presidente asuntos concretos o tecnicismos enrevesados, su respuesta casi siempre es la misma: “eso háblalo con Soraya”.
Rajoy, que es más de leer los periódicos deportivos mientras se fuma un buen habano, nunca se ha sentido atraído por los informes de los servicios secretos y la capacidad de influencia del mundo de la inteligencia en modelar las decisiones políticas.
Este desinterés lecondujo a delegar en su vicepresidenta las relaciones con el Centro Nacional de Inteligencia. En poco tiempo Sáenz de Santamaría se convirtió en una aventajada alumna del mundo secreto donde se materializa el axioma “información es poder”. Los informes que llegan a la mesa de la vicepresidenta y sus reuniones semanales con el Secretario de Estado Director del CNI, general Félix Sanz Roldán, han sido fundamentales en los planes de Sáenz de Santamaría.
Desde Moncloa aseguran que la supuesta pérdida de poder de la Vicepresidenta es una patraña con el único objetivo de deteriorar la figura de Mariano Rajoy, conforme se acercan las elecciones generales. Argumentan que el pretendido poder absoluto de Sáenz de Santamaría “viene delegado por el Presidente, como no podía ser de otra forma”.
Lo cual es una obviedad. “En política tienes poder hasta que te cesan o dimites, pero ese no es el fondo de la cuestión”, admiten dirigentes populares conocedores de cómo se las gasta Sáenz de Santamaría, y no necesariamente partidarios de María Dolores de Cospedal, el sector más crítico con la Vicepresidenta.
Las próximas semanas serán decisivas para comprobar hasta que punto ha parado Mariano Rajoy los pies de su “vice”.
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