Explicaré el titular incomprensible para la gran mayoría de mis lectores.
Es una expresión en idish que aquí en Israel como muchas otras puede escucharse con las entonaciones y pronunciaciones según sea el origen de quién las dice, se introdujo, se incorporó y generalizó al hebreo, la lanzan personas que de idish no conocen una palabra, la utilizan como parte del idioma de todos los días. Su traducción " y si lo dijo, qué ? "
Indica que el valor de lo dicho, de las palabras nada significa, muy común su utilización en el mundo político, la popularizaron para desacreditar, para degradar a su mínima expresión el valor de las palabras.
En su diario hablar se popularizan muletillas, aquellas que se repiten con mucha frecuencia, en Israel algunas de ellas son las palabras
" dramático ", todo aquí es dramático, no existe locutor radial o televisivo, no interesa sobre qué tema hable o escriba, deportes, cocina, política, guerras, todo, que no las emplee, su utilización ya es casi automática, una rutina , y la otra expresión, la del título de éste comentario, allí engloban todo lo bajo y sin valor que significan los compromisos políticos.
Al momento de escribir éstas líneas el Presidente Trump está en Israel, cuando el Air Force One parta hacia Europa para encontrarse con el Papa Francisco, como gesto de amistad seguramente inclinará sus alas en señal de saludo cuando sobrevuele mi casa, ésta es su primera salida internacional desde que asumió la presidencia, claro indicativo de la importancia que le asigna a la relación. Atrás quedaron los compromisos electorales y los que anunció al asumir, el principal de ellos el traslado de la Embajada de los Estados Unidos de Tel Aviv a Jerusalén.
No creo que, pese a las seguridades y aplomo con que se las anunciaba, haya existido alguien en Israel que al momento que las promesas eran pronunciadas pensara que se cumplimentarían, es la repetición de conocidas historias con todos los anteriores presidentes, en el medio se retomó con la tradicional política de nada hacer a fin de no enemistarse o molestar, no ser causantes de una potencial nueva ola de enfrentamientos.
La derecha israelí, en algunos temas incluso con el apoyo del mismo Netanyahu, decidieron presionar al Presidente Trump y a su entorno de asesores para obtener rápidas concesiones políticas, la principal mirar a los costados en la construcción de nuevas unidades de viviendas en Cisjordania, en los asentamientos.
El Presidente Trump aterrizó en Israel dejando atrás su peor semana política, su llegada a la presidencia directamente desde el campo empresarial sin escala previa en la política le está pasando factura, su omnipotencia anterior que hacía que a nada ni nadie respetara le resultó imposible trasladar a la Casa Blanca, a sus peores enemigos los tiene dentro de su propio partido, para ellos es un paracaidista que recibió el título máximo saltando por encima de todo lo previo, como una aplanadora paso sobre una larga lista de nombres que se consideraban con suficientes derechos políticos adquiridos, para todos ellos Trump es un extraño en el lugar.
Las relaciones entre los servicios secretos de los distintos países tienen reglas muy propias, es un mundo muy especial pero entre ellos se entienden. Es conocido que entre los de Estados Unidos e Israel existe una relación fluida e íntima, dicen que es la mejor que puede darse entre los servicios secretos de dos países, en la última semana el descontrol verbal del Presidente Trump al revelar a los rusos información sensible que según fuentes periodísticas extranjeras les había sido suministrada desde Israel, se ha convertido en un escándalo internacional que el New York Time, enemigo declarado del Presidente Trump, se encarga de fogonear aún más.
La gravedad del tema hizo que Trump, a pesar que estaba a días de llegar a Israel, se viera obligado a levantar el teléfono y dos veces llamarlo a Netanyahu, más de 30 minutos de conversación a la que cada uno de mis lectores puede imaginar sus contenidos.
Es seguro que Israel encontrará la manera y los caminos para que el Presidente Trump se considere en permanente deuda por los enormes daños causados a un Mossad reconocido, por su eficacia y efectividad, como uno de los mejores del mundo. Al develar las fuentes de la información logró destruir en un segundo lo que años llevó construir, infiltrar agentes en los círculos más cercanos de dirección de los grupos terroristas, Daesh, el IS en particular, según dicen ningún país había logrado llegar a niveles semejantes, perforar la seguridad en la punta de las pirámides de los mismos.
Imagino que las conversaciones telefónicas entre ambos deben haber sido de lo más amigable, seguro que ninguno mencionó el tema que sobrevolaba, no hubo necesidad, todo estaba entendido. Netanyahu le anticipó el cariño con que sería recibido, de paso seguramente aprovechó para sugerirle que en sus discursos y conferencias de prensa para nada mencionara el tema dos estados para dos pueblos como solución al conflicto palestino israelí, tampoco una reunión tripartita, solamente hablar de una solución zonal con Arabia Saudita, Egipto y Jordania a la cabeza como piezas claves.
Así fue, sobre éste y otros temas conflictivos nada dijo, solamente la mención de grandes titulares y objetivos que como siempre serán vacíos de contenido, imposibles de cumplimentar, parece ser que ya comenzó a compensar por su grave error dialéctico.
Pero así como el Presidente Trump se encargó de mostrar al mundo que en sus decisiones es impredecible, su futuro también lo es, en la política, en contra del mundo de los negocios en los que él se educó y reinó, no todo está en sus manos, nunca nadie en tan poco tiempo generó tantos enemigos internos juntos, su situación no debe ser tan simple si Putin, sí, justamente el gobierno ruso, debe salir en su apoyo ofreciendo los protocolos de las reuniones para demostrar que nada de lo que se dice en su contra es verdad, que nada les conto, con gran habilidad diplomática y muchísimo humor Putin le acercó un verdadero salvavidas de plomo.
Nada en Oriente Medio es lineal, son tantos los focos incendiarios expandibles que las estrechas relaciones entre Estados Unidos e Israel, pese a éstos imprevistos cortocircuitos, son obligadas, Su visita a Arabia Saudita como parte de ésta gira no es casual, además de impresionantes negocios de ventas de armas, 250 mil millones de dólares, como arriba lo menciono detrás la intención de generar un acuerdo zonal que incluya a los palestinos, un tambaleante Abu Mazen no es la mayor garantía de cumplimiento y estabilidad, mucho menos de negociar.
En política nada es gratuito, menos en Oriente Medio. Es seguro que Netanyahu como gesto de apoyo al Presidente Trump y de buena voluntad hacia la Autoridad Palestina, deberá realizar importantes concesiones que mucho pueden molestar a la extrema derecha, contra ello el antídoto ya está preparado, el ingreso del laborismo a la coalición gobernante que le garantice estabilidad y continuidad.. Siempre las concesiones fueron grandes titulares para que luego, excusas de por medio que nunca faltan, todo continuara igual, como ejemplo sirvan las grandes obras públicas que los gobernantes latino americanos inauguran una y luego varias veces, siempre con grandes actos públicos publicitarios.
Trump en sus intentos por demostrarse duro y potencialmente belicoso, en su permanente intento de marcar claras diferencias con el gobierno de Obama necesita de un punto de apoyo serio y confiable que solo Israel puede brindarlo, presumo que sobre éstos puntos centraron sus conversaciones y acuerdos, Irán y el terrorismo los más importante en los que habrá plena coincidencias, la gran obsesión israelí, no pasarán muchos meses para que en los hechos, cada uno en lo suyo, se los vea en acción
Y mientras tanto ante el futuro, abriendo los paraguas, a pesar que el Vicepresidente de los Estados Unidos Mike Pence es un declarado y reconocido amigo de Israel, como política de estado desde Israel éste ya comenzó a recibir un trato y consideración especial y privilegiado. Por las dudas si se repite la historia del Presidente Nixon y su sucesor Gerard Ford…
Hasta la próxima Dr Israel RabinowiczIsraelcontacto@tiempoisrael.comFacebook :
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