La Sala relata que no ha quedado acreditado qué destino dio el anciano al dinero que obtuvo a través de los distintos reintegros que hizo en su entidad bancaria.
Asimismo añade que tampoco ha quedado probado que la acusada durante el periodo en el que el hombre sacó el dinero fuera consciente de que el anciano padeciera algún tipo de demencia y se aprovechara de dicha situación para conseguir el dinero que luego éste decía que había perdido.
El Ministerio Fiscal solicitaba para la acusada siete años de prisión y una multa de 18 meses, con una cuota diaria de 12 euros, así como el pago de una indemnización de 345.000 euros.
La sentencia no es firme y contra la misma cabe interponer recurso de apelación ante la Sala Civil y Penal del Tribunal Superior de Justicia de Extremadura.